¿Te
has preguntado cuanto paga la naturaleza por tu ropa? ¿Interesante pregunta no
lo crees? Pues por lo que pagaste tu créeme que le sales debiendo una cantidad
considerable.
Pes
bien las cifras presentadas por el Programa de las Naciones Unidas, la
manufactura de la ropa que usamos a diario tiene una fuerte inversión de
materia prima por ejemplo en la creación de un pantalón (Jean) se invierten
hasta un total de 7500L de agua, y, te preguntaras ¿en qué se puede llevar
tanta agua? La respuesta inicia en los campos de siembra con el cultivo del
algodón, pasando por la industria y todos los obreros involucrados en su hechura
hasta que llega al aparador donde cómodamente puedes pagar por él.
Dicha
cantidad de agua seria la misma que saciaría la sed de una persona por siete
años, y considerando el proceso implícito una reducción de hasta 33,4 Kg de CO²
mismos que se emiten al ambiente por un solo pantalón.
Ahora
veámoslo desde un punto de vista socio-comparativo, la industria de la moda
emplea anualmente 93,000 millones de m³ de agua, mismos que
consumimos alrededor de 5,000,000 millones de personas.
Si
otorgamos un porcentaje a los residuos de esta industria en el agua residual,
recibiría un 20% del total mundial, y esto solo es en el agua residual, pero
que hay de ¿los sólidos urbanos?, pues un 87% se incineran o van a un vertedero
(mas emisiones al ambiente) ¿pero que sucede cuando tiramos algo? Pues
compramos otra prenda nueva, y gracias a esto el 60% de la ropa se tira en
buenas condiciones o hasta antes de tener un año de existencia (que aclaremos
no es lo mismo que uso)
Cambiemos
un poco el enfoque y no veamos el presente, tratemos de ver que pasara en un
futuro, si seguimos a este paso no podremos ni siquiera pensar en que tenemos
la oportunidad de poder abonar algo a nuestra deuda con el planeta.
Para
el 2030 la industria de la moda pasara de un 10% de las emisiones mundiales a
un 50%, alarmante, ¿no lo crees?; Sabes que es lo peor de todo que actualmente
las emisiones por esta industria son mayores incluso que las del transporte
marino y aéreo juntos
Y,
nosotros ¿cómo contribuimos en toda esta factura medioambiental?
Sencillamente
consumiendo a la misma velocidad en que las tendencias de moda se mueven, esta
clase de consumo es una acción en cadena si nosotros consumimos la industria se
ve obligada a satisfacer la necesidad que le exige su mercado, y es un ciclo
bastante difícil de romper.
Por ejemplo,
la situación en el 2000 vs la situación 20 años después, en la década del 2000
la industria llegaba a fabricar cerca de 50,000,000 de prendas actualmente se
fabrica el doble y se consume hasta un 60% más de ropa.
Si
vemos esta industria desde números monetarios se podría creer que es
justificable, y, hasta cierto punto sí, pero no del todo, esta industria provee
de empleo a 75,000,000 de obreros, una de las industrias mejor valoradas (2.5
BDD) anualmente, por lo que es realmente un nicho de crecimiento económico para
los países donde se desarrolle.
Pero
no es así, en el 2017 se le tomo el pulso a la moda dando como resultado una
baja presión ambiental apenas y alcanzo el 32/100, significando que no todas
las empresas están comprometidas en una industria que piense en el medio
ambiente.
Fundaciones
como la de Ellen MacArthur, iniciativas como la Alianza de la ONU para una moda
sostenible en la que también participan el programa Connect4Climate del Banco
Mundial y otras instituciones-, incentivan una nueva economía textil que cambie
este panorama.
Estas
organizaciones tienen el propósito de que se exploren nuevos materiales que
sean reciclables, que se puedan revender y que se disminuya la contaminación.
Así
que nosotros ¿con cuanto podemos cooperar para pagar la factura?
Tener
un consumo pensado
Remendar
o reparar la ropa que aún se encuentre en buen estado
Regalarla
o donarla a otros
Adquirir
ropa de buena calidad antes que de marca
Gestionar
mejor el lavado de las prendas.
México
Ambiental/ Marjorie Delgado
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