Greenpeace asegura que, aunque podremos observar una significativa reducción de las emisiones de CO2 durante el periodo que dure el estado de alarma, estas no van a ser suficientes para contribuir a la mitigación del cambio climático.
Por otra parte, los niveles de dióxido de nitrógeno si han experimentado una notable caída como consecuencia de la reducción del tráfico en las grandes ciudades, aportando mejoría a la calidad del aire sobre todo en grandes ciudades. Esta reducción del tráfico, de aproximadamente el 60% ha contribuido a que los niveles no rebasen lo recomendado por la OMS, es decir, el 40%.
Se asegura que aunque este descenso es una buena noticia, no será capaz de paliar en unas semanas el cambio climático antropogénico que comenzó a rodar hace unos 200 años. Pero se teme, que tras el final de la emergencia sanitaria por el COVID-19, se produzca un efecto rebote de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al final de esta crisis sanitaria se recomienda invertir en la recuperación económica impulsando sectores más beneficiosos para la transición ecológica.
Fuentes:
https://www.ambientum.com/ambientum/cambio-climatico/puede-arreglarse-el-cambio-climatico-antropogenico.asp
http://www.ccpy.gob.mx/cambio-climatico/cambio-climatico-antropogenico.php
http://www.oscc.gob.es/es/general/salud_cambio_climatico/cambio_climatico_es.htm
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