Abrazan renovables fuera de México
Mientras que en México las autoridades quieren limitar la participación de la energía renovable utilizando la pandemia del Covid-19 como excusa, en otros países la priorizan e incluso la están incentivando en estos momentos.
La energía generada por tecnologías limpias está llamada a convertirse en una palanca clave para reactivar la actividad económica y el empleo en torno a principios verdes
Existe un consenso en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente verde, con la lucha contra el cambio climático como elemento central. Para ello, los países europeos cuentan con claros planes, con el European Green Deal, y en España se dispone del Plan Nacional Integrado de Economía y Clima (PNIEC), como herramientas para poner en marcha de forma inminente la reactivación económica, tomando la electricidad como motor del cambio de un mundo poscoronavirus.
Asimismo, el impulso al sector eléctrico cumple con las cinco premisas enmarcadas en la Nueva Política Industrial Española: el incremento del peso de la industria en el PIB nacional, la sostenibilidad y descarbonización de la economía, la digitalización, la mejora de productividad y competitividad y el alineamiento de la política industrial española con la impulsada desde la Unión Europea (UE).
Iberdrola avanza en sus proyectos renovables en todo el mundo, que suman 8.500 MW
Cadena de valor nacional fuerte
La crisis derivada del Covid-19 ha puesto de relevancia la importancia de disponer de una cadena de valor nacional fuerte en los suministros de servicios esenciales, entre los que se encuentra el de energía eléctrica.
España está muy bien posicionada porque ha desarrollo en los últimos años una sólida industria nacional de bienes de equipo, para el desarrollo de proyectos renovables, redes inteligentes y productos y servicios energéticos para responder a un nuevo modelo energético.
Además, cuenta con un buen recurso renovable, territorio suficiente para su desarrollo, empresas energéticas potentes y con capacidad de inversión, un mix de generación diversificado y el despliegue de redes eléctricas inteligentes para integrar más renovables y nuevas realidades como la movilidad eléctrica y el autoconsumo. Precisamente, el desarrollo de infraestructuras y servicios energéticos limpios e inteligentes ha permitido la creación de un tejido local muy potente, que será vital en la recuperación, siempre que está se haga en clave verde, para crear empleo y para seguir exportando proyectos y conocimiento.
En España, desarrolla el plan renovable más ambicioso del país con 3.000 MW a 2022
Preparada para sumarse a esta tarea
En este contexto, Iberdrola es una de las compañías energéticas que ha dado un paso al frente y ha avanzado que está totalmente preparada para sumarse a esta tarea.
En el primer trimestre, coincidiendo con la crisis sanitaria, la compañía ha continuado avanzando en sus proyectos renovables en todo el mundo, que suman más de 8.500 MW de capacidad. Solo entre enero y marzo, ha instalado 1.200 nuevos MW y prevé más de 5.500 MW durante el ejercicio.
En España, Iberdrola va a seguir apostando por liderar la descarbonización de la economía, con un plan en energías renovables –el más ambicioso del país–que le llevará a instalar 3.000 MW eólicos y fotovoltaicos de 2022. Hasta 2030, las previsiones de la compañía apuntan a la instalación de 10.000 MW. Estas actuaciones permitirán la creación de empleo para 20.000 personas.
En el primer trimestre del año, puso en marcha en el país parques eólicos y la planta fotovoltaica de Núñez de Balboa (500 MW), la más grande de Europa. Asimismo, continúa la construcción de una docena de proyectos eólicos y fotovoltaicos y se encuentran en fase de inicio de más de 1.000 MW de tecnología solar fotovoltaica y eólica en diferentes regiones del país de España.
Renovables frente al Covid
Algunos de los ejemplos del avance de su plan renovable, los encontramos precisamente durante el estado de alarma en el que, cumpliendo con todas las exigencias de proyección, ha logrado completar hitos relevantes.
El pasado 6 de abril, Iberdrola puso en marcha la planta fotovoltaica más grande de Europa que, a las 12 horas, vertía a la red eléctrica su primer MWh de energía limpia.
Núñez de Balboa –con una potencia instalada de 500 MW y una inversión cercana a los 300 millones de euros–es un proyecto renovable emblemático que ha batido récords, entre ellos, la generación de empleo –implicación de más de 1.200 trabajadores en periodos de puntas de trabajo; un 70% de ellos extremeños–y la dinamización de tejido industrial, ya que su construcción ha requerido de compras a una treintena de proveedores, muchos de ellos locales, por valor de 227 millones de euros.
La planta generará energía limpia para abastecer las necesidades de 250.000 personas cada año –población equivalente a la de Cáceres y Badajoz–y evitará la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año. Para ello, Iberdrola ha contado con financiación verde del BEI y el ICO. Y, además, promoverá el consumo sostenible de grandes clientes, tras los acuerdos de compraventa de energía a largo plazo alcanzados con empresas del sector de la banca, telecomunicaciones y distribución.
Travesía guíada por una estrella
El 27 de abril, y después de recorrer 20.000 km y superar todos los controles sanitarios, atracaba en el Puerto de Bilbao el buque de transporte pesado ZHI XIAN ZHI XING, La estrella hacia la Constitución, con las 42 palas de los aerogeneradores que formarán parte del nuevo proyecto de Iberdrola en España, el parque eólico Puylobo, que construye en Aragón.
La compañía recibía estos componentes, mientras completa la obra civil del parque eólico, apoyado en proveedores locales, y se fabrican el resto de elementos de los aerogeneradores –torres, nacelles, generadores, multiplicadora y trafos– en instalaciones de Asturias, Cantabria, Soria y Burgos.
Puylobo estará integrado por 14 aerogeneradores SG 3.4-132. Con una inversión de 50 millones de euros, en su construcción estarán involucrados más de 120 profesionales. La producción del parque, una vez entre en operación este mismo año, abastecerá de energía limpia a una población equivalente a 20.000 hogares cada año y evitará la emisión de 32.000 toneladas de CO2 anuales.
Unos días más tarde, Iberdrola daba uno de sus últimos pasos para completar su megaproyecto eólico marino East Anglia One, que construye en aguas del mar del Norte, con la instalación de su último aerogenerador.
El proyecto, que cuenta con la participación del 40% del grupo australiano Macquarie, es de los más grandes del mundo de este tipo, con una inversión de más de 2.800 millones de euros.
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