nacionales de energía y los principales organismos científicos de investigación. OES acaba de publicar su Informe 2019 sobre Energías Oceánicas, un informe en el que la AIE le toma el pulso (en lo que se refiere a su actividad en materia de energías oceánicas) a los 20 países que participan en este programa.
Ocean Energy Systems (OES) es un programa que aborda todas las formas de generación de energía en las que el agua de mar (sus propiedades físicas y químicas) es protagonista. Así, trabaja con las olas, las mareas y las corrientes oceánicas, la energía térmica del océano (hay tecnologías que aprovechan las diferencias de temperatura aguas profundas frías versus aguas superficiales calientes para generar electricidad) y la procedente del gradiente de salinidad (hay otras tecnologías que aprovechan los diferentes grados de salinidad de unas aguas y otras para producir energía).
Pues bien, Ocean Energy Systems acaba de publicar su último Informe Anual, “an overview of ocean energy activities in 2019”, un documento en el que efectivamente repasa las actividades que el sector global de las energías oceánicas ha desarrollado a lo largo de los últimos meses y que, para empezar, hace un balance a más largo plazo. A saber: la producción mundial de energía de las olas y las mareas se ha multiplicado por diez en la última década. Aunque las cifras son aún discretas, el informe muestra que la energía acumulada producida por las olas y las mareas ha aumentado de menos de cinco gigavatios hora (5 GWh) en 2009 a casi cincuenta en 2019.
Asimismo, gracias a mecanismos de “push and pull” que están impulsando el sector en varias regiones del mundo, se han instalado en mar abierto numerosos dispositivos de extracción de energía mediante olas y corrientes para ser probados en condiciones reales. El Informe OES 2019 pone de manifiesto el considerable esfuerzo mundial que se está llevando a cabo para identificar las vías de comercialización de esta familia de tecnologías oceánicas. A medida que el objetivo de descarbonización y la neutralidad climática van asomando en el horizonte de la política europea, las tecnologías oceánicas van despertando un mayor interés en los gobiernos y los agentes que toman las grandes decisiones.
Según el actual presidente de la OES, Henry Jeffrey, de la Universidad de Edimburgo, el informe muestra el considerable protagonismo que pueden tener las energías renovables marinas como parte de la estrategia para llevar a cabo la descarbonización de la economía y cumplir con los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones para abordar los desafíos ambientales y climáticos que se avecinan. Mientras el sector sigue avanzando a pasos agigantados, la industria energética oceánica se enfrenta a varios desafíos, como la rentabilidad, la seguridad, la instalación, la operatividad, la financiabilidad o la estandarización.
En este sentido, el comienzo de esta nueva década es muy prometedor para las energías oceánicas: se está planificando el despliegue de importantes proyectos para los próximos años en Norteamérica, Australia, China, India, Corea o Canadá. Del mismo modo, los líderes de toda Europa han identificado la energía oceánica como un componente esencial para cumplir los objetivos de descarbonización, fomentar el crecimiento económico y crear futuras oportunidades de empleo. Entre los principales acontecimientos cabe citar el SET-Plan y la Estrategia de Crecimiento Azul y cabe así mismo destacar que España ha dado también un paso importante al establecer objetivos concretos para las energías oceánicas (25 megavatios en 2025 y cincuenta megas en 2030).
Fuente:
https://www.energias-renovables.com/energias_del_mar/el-pulso-de-las-energias-del-mar-20200622
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