El Internet de las cosas es un concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos de uso cotidiano con Internet, permitiendo una mayor conectividad persona-objeto. Una de las mayores aplicaciones de ésto son los sistemas inteligentes a nivel doméstico, los cuales nos posibilitan un uso mucho más eficiente de la energía en nuestro hogar y, por ende, un aumento de la eficiencia energética en estas “viviendas inteligentes”.
Los sistemas domóticos son un conjunto de instalaciones o equipos tecnológicos cuyo fin es controlar y automatizar la gestión inteligente de un inmueble para mejorar la vida de sus habitantes. Algunas de las ventajas de este tipo de sistemas son la comodidad, seguridad, facilidad de gestión o el ahorro de energía que proporcionan.
Sin embargo, de entre todas sus ventajas, la mayor de ellas es la gran eficiencia energética que reportan a la vivienda, con el consiguiente ahorro de energía. Gracias a estos sistemas podemos hacer un uso mucho más inteligente de todos los sistemas de nuestra vivienda.
Los sistemas para monitorizar los consumos ante el edificio domótico permiten saber en cada momento qué cantidad de energía se consume en todas las viviendas para ayudas al inquilino a adaptar el consumo para reducir el consumo de energía y aumentar la eficiencia energética.
Como hemos dicho, la domótica proporciona un gran ahorro de energía en la vivienda. Veamos en qué sistemas nos permite ahorrar más.
Los sistemas inteligentes no sólo nos permiten un control remoto de la iluminación de nuestro hogar (seguro que te has dejado la luz encendida alguna vez) sino que también seadaptan a la luz solar exterior, la estancia de la casa o la persona que está en ella, creando perfiles de iluminación destinados a reducir el consumo al mínimo posible, como los detectores de presencia que van encendiendo la luz sólo cuando alguien pasa por la zona.
No sólo se puede controlar el encendido o apagado de forma remota o en determinados horarios, sino que también podemos controlar aspectos como la potencia e intensidad de la luz, creando ambientes específicos para cada estancia. Pero no sólo controlan las luces, también pueden adaptar el control de toldos, persianas o cortinas para aprovechar al máximo la luz del sol.
El 40% de la factura de electricidad se gasta en calefacción en invierno, por lo que la instalación de aparatos eficientes se convierte en algo básico para reducir el consumo de los mismos y ahorrar.
En este sentido, una de las partes más importantes son los termostatos inteligentes, los cuales adaptar la temperatura del aparato a un perfil que determinemos o bien a valores que él mismo haya estudiado, como pueden ser la temperatura exterior, la zona o la persona que entre en la estancia. En este sentido, el control de toldos, persianas y cortinas también sirve para alcanzar la máxima eficiencia posible.
Muchas veces tardamos en preparar los alimentos porque no tenemos listo el horno, o no sabemos qué programa elegir. En este sentido, los hornos inteligentes se pueden encender a distancia y se adaptan al alimento que introduzcamos para cocinar. También existen las vitrocerámicas que se adaptan a los alimentos o las neveras que nos hacen la compra en función de lo que falta en la nevera.
Podemos determinar que algunos electrodomésticos, como el lavavajillas o la lavadora, funcionen en el horario en el que el precio de la electricidad sea menor. También se pueden determinar apagados de aparatos que no sean necesarios cuando vayamos a alcanzar la potencia máxima contratada en el suministro.
Fuente:
https://www.ambientum.com/ambientum/eficiencia-energetica/eficiencia-energetica-gracias-a-las-viviendas-inteligentes.asp
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