lunes, 30 de noviembre de 2020

Las gigantes de la energía ya no son las petroleras

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Las ‘supermajors’, como se conoce a los gigantes del gas y el petróleo, ya no son los principales actores del sector de la energía. Ese puesto de honor corresponde ahora a empresas de renovables, como Iberdrola, Enel, NextEra Energy y Orsted, que dieron prioridad a la construcción o compra de plantas de energía limpia cuando esos activos todavía se consideraban alternativos y costosos.

Así lo asegura Bloomberg en un reportaje en el que apunta que estas compañías “están en la cúspide de un gran avance” a medida que paneles solares y turbinas de viento cada vez más baratos están empezando a dominar las nuevas instalaciones de energía, amenazando el crecimiento del gas natural en las redes eléctricas.

También China también ha desplazado sus mayores empresas energéticas estatales hacia las energías renovables. En 2017, formó China Energy Investment Corp. mediante la fusión de dos gigantes de propiedad estatal. La compañía tiene cerca de 40 gigavatios de capacidad de generación de energía renovable, según BloombergNEF, más que cualquiera de las grandes empresas europeas y estadounidenses, aunque el carbón sigue siendo una gran parte de su negocio, con 185 gigavatios de energía térmica producidos en 2019.

La energía renovable, como la solar y la eólica, puede generarse sin producir dióxido de carbono, por lo que una transición mundial a estos combustibles más limpios supone una oportunidad única de evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Se estima que se necesitarán 11 billones de dólares de inversión en energías renovables en los próximos 30 años para que esto suceda, y el interés de los inversores es cada vez mayor.

El punto de inflexión puede llegar el próximo año, para el que Goldman Sachs proyecta que el gasto en energía renovable superará al de la perforación de petróleo y gas por primera vez. “A largo plazo, la electricidad va a robar cuota de mercado a otras fuentes de energía”, señala a Bloomberg Shayle Kann, directora gerente de Energy Impact Partners, un fondo de inversión con sede en Nueva York.

NextEra Energy, la utilitie más valiosa del mundo, llegó a superar a Exxon Mobil en capitalización bursátil a principios de octubre. Aunque actualmente se encuentra otra vez por debajo (170.000 millones de dólares frente 147.000), no es un caso aislado. En España, por ejemplo, Iberdrola vale en bolsa 72.850 millones de euros, frente a los 13.500 millones que vale Repsol.

La explosión ha sido mucho más rápida de lo esperado. Hace cinco años, la energía limpia todavía era vista como un negocio tumultuoso y fragmentado, lleno de advenedizos que trataban de apoderarse de una porción de un mercado emergente. Hoy en día, se considera una apuesta tan segura que los fondos de pensiones y las aseguradoras están compitiendo por poseer grandes carteras de parques solares y eólicos. Al mismo tiempo, el consumo mundial de energía limpia se ha disparado en la última década, ya que las empresas han duplicado con creces la cantidad de electricidad que pueden producir utilizando tecnologías de emisión cero, como paneles solares y turbinas de viento.

El viento y la energía solar suministran alrededor del 9% de la electricidad a nivel mundial, pero su participación aumentará al 56% a mediados de siglo, según BloombergNEF.

Muchas de las mayores empresas de energía renovable comenzaron en los combustibles fósiles pero empezaron a invertir en energía renovable hace años, a veces décadas. Algunas han eliminado el carbón, el combustible fósil más sucio, o planean hacerlo en un futuro próximo. Muchos también han comenzado a comprometerse a dejar de usar carbón para el año 2050.

Aunque las utilities europeas han construido rápidamente sus carteras limpias, las grandes petroleras todavía tienen medios para crecer. Muchas de ellas también cuentan con importantes equipos de investigación y desarrollo, que podrían ayudarlas a controlar nuevas tecnologías como el hidrógeno antes que sus rivales.

Algunos están presionando para ponerse al día. Royal Dutch Shell ha hecho inversiones en empresas de energías renovables y redes de carga de coches eléctricos, y BP se comprometió recientemente a generar 50 gigavatios de energía renovable para 2030, frente a los 2,5 gigavatios actuales. También la española Repsol está invirtiendo ahora más en energía renovable que en la exploración de petróleo y gas.

Fuente:
https://www.elboletin.com/noticia/201837/el-boletin-2030/los-gigantes-de-la-energia-ya-no-son-las-petroleras-sino-las-empresas-de-renovables.html


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