El presente trabajo fue desarrollado hace cerca de un año, previo al inicio de la pandemia por SARS-Cov-2 y en el marco de las primeras decisiones ejecutivas del gobierno federal, como parte de la revisión de la política energética (por ejemplo, el 28 de octubre de 2019 se publicaron en el DOF los lineamientos que modificaron los criterios para el otorgamiento de Certificados de Energías Limpias, pendientes de resolución judicial).
Muchas cosas han cambiado en este corto periodo de tiempo, empero, la conclusión y pretensión general de sus autores y del suscrito se mantienen e incluso se acentúan: hacer el mejor uso posible de los recursos públicos y promover mecanismos que favorezcan la transición energética de México.
En política pública es bien sabido que los subsidios otorgados de manera generalizada siempre terminan beneficiando (frecuentemente en gran medida) a quien no lo necesita. Por otra parte, el mantenimiento de estos apoyos gubernamentales representa una pesada carga para el Estado, el cual debe sacrificar proyectos de inversión que pudieran resultar más benéficos en el largo plazo para la diversificación y seguridad energéticas.
El presente artículo contiene reflexiones interesantes y necesarias sobre el impacto presupuestario de los subsidios eléctricos y su posible reorientación hacia otro tipo de esquemas. Se plantea, por ejemplo, adaptar a las necesidades locales el esquema feed in tariff, que, si bien no estuvo exento de críticas y detractores en Alemania e Inglaterra, en el largo plazo probó tener efectos benéficos en el florecimiento de un ecosistema de pequeños productores de energías limpias, incluyendo beneficios multiplicadores en su cadena de proveeduría.
No podría haber una coyuntura más apremiante como la que vivimos actualmente para cuestionarnos y analizar políticas para maximizar el desempeño de nuestras Empresas Productivas del Estado y de nuestra industria eléctrica en general. Por ello, aplaudo el esfuerzo y talento de los autores del presente ensayo, destacados alumnos de la primera generación de especialistas en Derecho Energético, del posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM. Asimismo, saludo la labor de difusión de la revista Energía a Debate, por abrir estos espacios de ineludible discusión.
El esquema energético mundial es influenciado por los elementos sociales, culturales, políticos y económicos que conforman a cada nación.
El bosquejo inicial para el desarrollo de proyectos que mejoren, amplíen e innoven el sector eléctrico de un Estado o región está determinado por el sustento económico que respalde tales proyectos. Es común que esto se realice mediante apoyos estatales. Para que ello ocurra de manera eficiente, el marco jurídico, política y finanzas públicas de los Estados deben permitir y contemplar el desarrollo de mecanismos económicos que fomenten la inversión privada nacional y extranjera, con la finalidad de mejorar la calidad de los servicios eléctricos ofrecidos a los usuarios finales (los habitantes del Estado).
La visión integral de un proyecto eléctrico, como lo son la generación o suministro de electricidad (como algunas de las etapas de la cadena de valor de energía reconocidas en México) debe obedecer a diversos esquemas de inversión, de apoyos financieros, ya sea que se establezcan (i) en la normatividad de aquellos países que pugnan por generar nuevos programas de eficiencia y desarrollo sustentable de dicho commodity, o (ii) a través de programas gubernamentales que promuevan estímulos económicos para la realización de nuevos proyectos o bien, que brinden continuidad a los ya generados en la industria eléctrica.
Con base en el contexto apuntado, el presente texto analiza el impacto de los subsidios en electricidad en México, toda vez que los fundamentos económicos adquieren suma relevancia en la adopción de nuestra política energética.
Las feed in tariff corresponden a una subvención otorgada por el Estado que incentiva la adopción de energías renovables (solar y eólica por lo general), para lo cual se pacta a largo plazo un pago de la energía generada por los particulares, procurando un mejor precio al normalmente otorgado a dicha generación de energía y mediante la garantía de acceso a la Red de Transmisión.
El término feed in tariff originalmente fue acuñado respecto de la legislación Alemana para reconocer la alimentación de la red de energía eléctrica misma que impulsó el uso de energías renovables, lo cual a partir del año de apertura del mercado energético en dicho país (1998) contribuyó al robustecimiento de las tecnologías en el marco de una actividad de responsabilidad con el medio ambiente.
El uso de este mecanismo le ha permitido a Alemania transitar a un nuevo paradigma en el uso generalizado de fuentes alternativas de energía el cual se basa en suprimir el uso de energía nuclear para 2022 y eliminar el uso de carbón a más tardar en 2038, así como la reducción paulatina de los porcentajes anuales del esquema feed in tariff.
En tal contexto, es claro que la implementación de las feed in tariff procura que las empresas y particulares implementen tecnología de punta y con ello mantienen los niveles de innovación en busca cumplir con los compromisos energéticos y ambientales a nivel internacional en un menor plazo.
En contraste, en México el esquema de feed in tariff no ha sido permitido, ello al encontrarse con diversos prejuicios políticos que radican en un supuesto beneficio en favor de ciertos sectores de la sociedad, bajo los siguientes argumentos:
- Que la implementación de un esquema de tarifas o incentivos generaría una supuesta saturación en la red eléctrica del país, comprometiendo la confiabilidad y seguridad del suministro del servicio eléctrico;
-Que es responsabilidad única del país la de invertir en la innovación y desarrollo de tecnologías con miras a una supuesta soberanía energética;
- Que el objetivo principal debe ser garantizar el suministro eléctrico mediante una política en la que la Rectoría del Estado, a través de la participación de sus empresas productivas;
- Que el estado debe producir su propia ciencia, tecnología, ingeniería e industria como parte de un imperativo ético y racional en favor de la población y la economía mexicana, y
- Que la política de Estado del sector energético es el instrumento más poderoso del que dispone el país para impulsar la tecnología, la industria nacional y el mercado energético interno.
De esta manera, el actual escenario energético del país ha llevado a considerar los recientes cambios a la legislación de certificados de energías limpias, así como el uso prioritario del carbón , lo cual parece contrario a lo que otras naciones han apoyado para lograr transitar al uso de energías limpias.
Lo anterior ha quedado plasmado en el Programa Sectorial de Energía 2020-2024 publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de julio de 2020, y que entre sus múltiples objetivos destaca los siguientes:
Lo anterior ha quedado plasmado en el Programa Sectorial de Energía 2020-2024 publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de julio de 2020, y que entre sus múltiples objetivos destaca los siguientes:
-Alcanzar y mantener la autosuficiencia energética sostenible para satisfacer la demanda energética de la población con producción nacional, y
-Fortalecer a las Empresas Productivas del Estado mexicano como garantes de la seguridad y soberanía energética, y palanca del desarrollo nacional para detonar un efecto multiplicador en el sector privado
En tal contexto, es claro que nuestro país necesita voltear a ver el caso de éxito de Alemania al procurar el uso del esquema de feed in tariff, lo cual ha llevado a dicha nación a procurar alcanzar sus metas y compromisos ambientales, en específico al suprimir el uso de energía nuclear para 2022, así como eliminar el uso de carbón a más tardar en 2038.
Lo anterior, basado en el éxito de generación de energías limpias, especialmente en su región norte, y con ello procurando suministrar electricidad a las zonas industriales en la zona sur, lo cual ha implicado un incremento exitoso en la generación de energías limpias.
Fuente:
https://www.energiaadebate.com/electricidad/podria-el-esquema-feed-in-tariff-ser-util-en-el-subsidio-electrico/
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