Aunque hace unos años parecía imposible, las energías no contaminantes se van imponiendo. La apuesta de la Unión Europea por las energías renovables es lenta pero segura, y España ha inaugurado o planea inaugurar numerosos parques que proporcionarán energía eólica y solar en los últimos años.
Pero el paso a las energías renovables no solo pasa por la apertura y apuesta gubernamental. Con el calentamiento global, usuarios y consumidores buscan participar en la revolución medioambiental. Así parecen indicarlo la mejora de los vehículos ecológicos e híbridos, el aumento en las cifras de reciclaje y, la más importante de todas, la introducción del autoconsumo energético.
Cuando hablamos de autoconsumo energético nos referimos a la capacidad de los hogares para generar la energía que ellos mismos consumen. Esta apuesta no solo puede suponer un gran ahorro medioambiental para el planeta, saturado ante las energías contaminantes, sino también un ahorro económico para las familias y el fin de las subidas y el encarecimiento de la energía eléctrica.
En nuestro país, garantizar el autoconsumo energético de una manera rápida y segura es sencillo. La energía solar y fotovoltaica es fácil de obtener, genera energía limpia y garantiza, en el caso de España, disponer de energía prácticamente todos los días del año.
Una vez tomada la decisión de apostar por la energía solar, los consumidores deben barajar precios y apostar por un instalador de confianza. A partir de ahí el hogar o la comunidad comenzará a producir energía de manera limpia.
La energía solar se produce mediante placas solares que las empresas dedicadas a su instalación colocan en lugares que reciben luz solar durante todo el día. Como consecuencia, las mejores ubicaciones para las instalaciones son los tejados u emplazamientos elevados.
Cuando el instalador verifica el lugar en el que colocará el entramado, se procederá a instalar las placas solares. Estos paneles transformarán la energía solar obtenida mediante recepción en energía eléctrica para el hogar. No obstante, y dado que la energía producida por las placas es de corriente continua, el instalador recurrirá a un pequeño dispositivo o inversor para transformar la corriente continua en corriente alterna. De ese modo, la energía obtenida será apta para todos los dispositivos de nuestro hogar.
Dependiendo de las características del hogar y de la extensión del mismo, la empresa seleccionada para instalar los paneles llevará a cabo un estudio en el que comparará las diferentes opciones. Es muy probable que en el presupuesto que elaboren se incluyan labores de mantenimiento, ya que las placas solares precisan de un equipo que garantice su correcto funcionamiento.
Por ello, la apuesta por este tipo de energías puede suponer, a corto plazo, un gran desembolso. Sin embargo, es importante tener presente que las placas solares pueden tener una duración de 25 o 30 años si se cuidan de manera adecuada. A ello se une el ahorro económico a largo plazo, pues los consumidores que apuesten por placas solares no se verán afectados por las subidas de la luz u otros incrementos económicos relacionados con la energía contaminante.Además, siempre cabe la opción de contratar un autoconsumo compartido, es decir, común entre la comunidad de vecinos. De este modo, todos los inquilinos se beneficiarán de las mismas placas solares.
Fuente:
https://ecoinventos.com/descubre-todo-lo-que-debes-saber-sobre-el-autoconsumo/
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