Xiaomi, conocida en todo el mundo por fabricar smartphones baratos y asequibles, está llevando al límite su engranaje empresarial al ejecutar sus planes de producción de coches eléctricos, nada menos que en el contexto de una crisis mundial de escasez de chips.
Construir un coche Xiaomi puede sonar extraño para quienes están acostumbrados a sus ofertas, pero es su mentalidad orientada al crecimiento de la empresa.
Con 1.500 millones de dólares, la empresa ha creado una filial propia para gestionar su división de vehículos eléctricos, con planes de invertir unos 10.000 millones de dólares en 10 años para alcanzar su sueño.
La empresa registró con éxito su unidad de vehículos eléctricos a finales de agosto de este año y nombró a su director general, Lei Jun, como CEO.
Esta semana, el gigante de los teléfonos inteligentes anunció sus planes de construir una planta en Pekín capaz de producir 300.000 vehículos eléctricos al año.
La construcción de la planta se llevará a cabo en dos fases, y su sede, ventas y oficinas de investigación estarán en la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico de Pekín, dijo la agencia de desarrollo económico Beijing E-Town, respaldada por el gobierno.
Beijing E-Town espera que la planta alcance la producción en masa en 2024, en consonancia con el anuncio realizado por el director ejecutivo de Xiaomi en octubre.
Aunque es pronto, este movimiento de Xiaomi para entrar en el competitivo mercado de los vehículos eléctricos le pondría en competencia directa con otros fabricantes nacionales de vehículos eléctricos en China, como Nio y XPeng.
Xpeng, considerado líder del mercado de vehículos eléctricos en China, está a la altura de gigantes mundiales como Tesla.
Con el tiempo, Xiaomi también aspiraría a luchar con competidores globales como Tesla, y otros fabricantes de automóviles asiáticos como Toyota y Nissan, todos ellos fabricantes de vehículos eléctricos muy consolidados por derecho propio.
Xiaomi es una marca doméstica mundial, y su nombre es casi sinónimo de asequibilidad.
Las tiendas físicas de Xiaomi, que se cuentan por miles, se han usado para estimular las ventas de smartphones por todo el mundo. Ahora, la empresa pretende utilizar estas tiendas como otro canal para comercializar y vender sus coches.
Es difícil saberlo por ahora, dado el volumen de inversión necesario para la producción de vehículos eléctricos, unido a los contratiempos en la cadena de suministro debido a la actual escasez mundial de chips.
Sin embargo, con la consolidada marca de Xiaomi y la lealtad de los consumidores en el ámbito de la electrónica, es probable que el fabricante de teléfonos sea capaz de aprovechar sus activos para ser un actor fuertee, a pesar de su falta de experiencia en el mercado de los vehículos eléctricos.
Un coche asequible de Xiaomi puede ser una realidad para los consumidores de Asia-Pacífico en esta década, al menos, una vez que la crisis de los semiconductores se calme un poco.
Fuente:
https://ecoinventos.com/xiaomi-fabricara-coches-electricos-en-pekin/
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