Estrategias biofílicas, una fachada transpirable, una cortina de lluvia para la refrigeración por evaporación y una cuidadosa planificación hacen de la torre un ejemplo ecológico.
Hace unos días se inauguró en Shenzhen el último y sorprendente edificio diseñado por SOM, Skidmore, Owings & Merrill, con una fachada transpirable y un sofisticado sistema de control ambiental.
Lo que sorprende a los visitantes cuando pasean por el parque cercano, en uno de los distritos empresariales más productivos de la ciudad china de Shenzhen, es su especial carcasa exterior. Se trata de la fachada de doble piel del Banco Comercial Rural de Shenzhen, cuya piel exterior se asemeja a un exoesqueleto directamente inspirado en la naturaleza.
La torre, de 158 metros de altura y 33 pisos, incorpora una serie de estrategias de diseño biofílico y sostenible que mejoran notablemente el bienestar del personal sin que ello suponga un gasto extra.
El objetivo era que el edificio fuera agradable para vivir a pesar del clima tropical húmedo y los veranos calurosos de la región.
La fachada transpirable de la torre está definida por una rejilla exterior que sirve tanto de sistema estructural como de elemento de sombreado. Al trasladar todas las cargas a la fachada, el equipo de SOM pudo eliminar el problema de los pilares de carga internos, creando grandes salas de planta abierta.
Gracias a la protección solar exterior, la ganancia solar se reduce en un 34% aproximadamente y se minimiza el deslumbramiento.
La nueva torre de Shenzhen se inspira directamente en los principios del feng shui, donde el agua es sinónimo de riqueza, para incorporar un sistema de refrigeración muy especial.
El vestíbulo de la planta baja está rodeado por una piscina reflectante, mientras que detrás del mostrador de recepción hay un «muro de agua».
Pero lo más interesante es, sin duda, la «cortina de lluvia» de 15 metros de altura, en la que caen gotas de agua por filamentos translúcidos que cubren las paredes de cristal del vestíbulo ultratransparente.
Estos elementos de agua proporcionan un alivio en los largos y calurosos días de verano, reduciendo la temperatura mediante la refrigeración natural por evaporación. Este ambiente se ve reforzado por los focos del techo que imitan las gotas de lluvia.
Dos grandes atrios verticales recorren toda la altura de la torre. La fachada transpirable permite a los ocupantes regular su propio bienestar interno abriendo o cerrando manualmente una serie de rejillas para que el aire fresco circule por el interior.
El edificio respira, literalmente, generando un importante ahorro medioambiental y energético.
Las paredes exteriores de las oficinas están definidas por un sistema automatizado de sombreado sensible a la luz del día.
El trabajo de SOM para el Banco Comercial Rural de Shenzhen le valió la certificación LEED Platino. Ahora aspira a obtener la certificación China Green Star.
Fuente:
https://ecoinventos.com/som-shenzhen/
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