De 2003 a 2017, la producción de residuos sólidos del país aumentó un 35,6%; si no se toman medidas urgentes, la producción mundial será de 2200 toneladas por año para 2025.
De acuerdo con el gobierno federal, los mexicanos producimos casi un kilogramo de residuos sólidos todos los días, mientras que el país en su conjunto genera alrededor de 44.6 millones de toneladas al año, entre bolsas o botellas de plástico que terminan en los océanos. Esto se debe a que el país tiene una baja tasa de reciclaje; por ejemplo, solo alrededor del 9,6% de los residuos generados en 2012 fueron reciclados, según un informe del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. Para combatir la generación excesiva de residuos y promover el reciclaje, ha aparecido en México la iniciativa Ley de Economía Circular Universal, que fue aprobada por el Senado de la República en noviembre de 2021 y suspendida en la Cámara de Impacto Ambiental, que plantea: “Minimizar el desperdicio de materiales y reducir el consumo de desperdicios de materias primas a través de la reutilización, reciclaje y rediseño. Reducir la generación de residuos y su carga contaminante y minimizar el impacto sobre el medio ambiente y la salud humana.”
Economía circular significa adaptar el sistema económico a los límites de la regeneración natural; preservar el valor de los recursos por más tiempo, lo cual es importante: reparaciones, renovaciones, etc.; considerar nuevos productos y empresas, desarrollar políticas nacionales y cooperación urbana; y lo más importante: la educación.
Tenemos que mirar este concepto en un contexto amplio y avanzar hacia él, porque nos conviene”, dijo Patricia Gierek, investigadora de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Gabriel Quadri de la Torre, subdiputado de Acción Nacional, enfatizó que la economía circular “debe crearse, implementarse, crearse y promoverse desde los más altos ámbitos de la política económica, incluye la necesidad de incentivos fiscales, inversión pública, planificación, programas, regulaciones y la necesidad de integrar nuevos mercados”.
En este sentido, cabe señalar que el proceso de cadena productiva es una de las principales estrategias de la economía circular y consiste en crear vínculos entre empresas para que unas empresas utilicen en su cadena productiva bienes o materiales que ya no son aptos para otras empresas. Esto ya se tiene en cuenta en la Ley de Economía Circular de la Ciudad de México, aprobada el 14 de febrero de 2023.
Hay que analizar, “si realmente necesitamos lo que compramos, volver a la etapa de reparación, reciclar la ropa como hacía la abuela, y creo que entre todos debemos separar bien los residuos como un acto responsable”, dijo la senadora panista Xóchitl Gálvez Ruiz en el foro organizado por MILENIO.
Gabriel Quadri reitera: “Es una cuestión de precio, costo e incentivos. Las empresas deben tratar de producir envases y embalajes que sean reciclables y reutilizables. Los ciudadanos necesitan incentivos para recolectar, promover y facilitar la reutilización y el reciclaje”.
Un estudio reciente de Chatham House muestra que la economía circular está ganando terreno en América Latina y el Caribe y que una o más medidas que adoptan este modelo tienen un apoyo político significativo, ya que su aplicación ha demostrado tener un impacto directo en la lucha contra la influencia. . el cambio climático y generar ahorros.
Fuente: https://www.milenio.com/especiales/economia-circular-una-asignatura-pendiente-en-mexico
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