La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) ha mostrado su satisfacción ante las enmiendas y agregados a la Ley Ambiental de Protección a la Tierra en la Ciudad de México, publicadas recientemente, las cuales abordan temas como el cambio climático, la contaminación del aire, suelo y agua, la pérdida de biodiversidad y la fragilidad de los hábitats naturales.
Una de las modificaciones implica que las autoridades de las alcaldías deben ahora fomentar y crear jardines polinizadores en sus territorios, los cuales consistirán en espacios donde se planten especies nativas de la región que proporcionen alimento, refugio, agua y espacio para los animales polinizadores. Esto contribuirá a la conservación de la biodiversidad, la resiliencia de los ecosistemas y, en algunos casos, a la seguridad alimentaria.
Una de las modificaciones implica que las autoridades de las alcaldías deben ahora fomentar y crear jardines polinizadores en sus territorios, los cuales consistirán en espacios donde se planten especies nativas de la región que proporcionen alimento, refugio, agua y espacio para los animales polinizadores. Esto contribuirá a la conservación de la biodiversidad, la resiliencia de los ecosistemas y, en algunos casos, a la seguridad alimentaria.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México se muestra contenta con las nuevas modificaciones a la Ley Ambiental de Protección a la Tierra en la Ciudad de México, las cuales se enfocan en temas como el calentamiento global, la contaminación del aire, agua y suelo, la pérdida de biodiversidad y la vulnerabilidad de los hábitats naturales. Una de las modificaciones establece que las autoridades de las alcaldías deben generar y promover la creación de jardines polinizadores en sus áreas, los cuales contengan plantas autóctonas que ofrezcan alimento, refugio, agua y espacio para los animales polinizadores, contribuyendo así a la conservación de la biodiversidad, la resiliencia de los ecosistemas y la seguridad alimentaria.
La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México tendrá un plazo de hasta 180 días para comenzar a desarrollar una Norma Ambiental que establezca límites y controles para la contaminación. Aunque estas medidas son específicas para la Ciudad de México, contribuyen a abordar problemas ambientales en todo el país y a nivel mundial. Por lo tanto, no solo ayudan a garantizar progresivamente el derecho a un medio ambiente saludable, sino que también protegen el derecho a la ciudad, un derecho colectivo de la naturaleza para quienes viven y transitan en la Ciudad de México.
Fuente: https://www.la-prensa.com.mx/metropoli/avanza-proteccion-a-derechos-a-la-ciudad-y-a-un-medio-ambiente-sano-10029104.html
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