lunes, 15 de mayo de 2023

La contaminación lumínica afecta al medio ambiente

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La acción de apagar las luces tiene un impacto significativo en los insectos y animales, más allá de lo que podrías pensar. El resplandor de las luces urbanas puede desorientar a las aves y provocar accidentes fatales, además de tener posibles consecuencias negativas a largo plazo en su salud. Por lo tanto, no se trata solo de observar las estrellas, sino también de proteger a los seres vivos del entorno.
Observar una constelación desde una ciudad es difícil ya que sólo podrás divisar una o dos estrellas debido a la contaminación lumínica. La interferencia de la luz artificial en el ciclo natural día-noche tiene un impacto grave en la fauna, desde los insectos hasta los pájaros y las plantas, al desorientar las señales luminosas que les guían en sus actividades diarias como la búsqueda de alimento, la caza o la reproducción.

Este problema se agrava cada año, pero los expertos aseguran que hay soluciones sencillas para ayudar a la fauna y restaurar la visibilidad del cielo nocturno. Según Christopher Kyba, físico del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ), la incapacidad de observar las estrellas indica que la iluminación está mal diseñada y es un derroche.

Algunas comunidades ya están revisando las normas de iluminación nocturna y realizando cambios simples para reducir la contaminación lumínica que proviene de los hogares.
El año pasado, se realizó un informe para analizar cómo nuestras luces artificiales están alterando los ecosistemas, evaluando más de 160 especies de plantas, peces, mamíferos e insectos. Los investigadores descubrieron que los animales utilizan la luz natural a través del amanecer y el atardecer, así como la salida y puesta de la luna, para determinar cuándo salir de sus escondites y realizar actividades como la búsqueda de alimento, la caza, la migración y la reproducción. La vida salvaje se ve afectada de muchas maneras; algunos insectos pueden ser presa más fácil y algunas aves pueden desviarse de su ruta migratoria.

Según Christopher Kyba, esto afecta un patrón estable que ha existido en toda la historia evolutiva, donde cualquier animal o planta podía anticipar el día y la noche. Sin embargo, la adición de la luz artificial altera todo esto.

Las luciérnagas, por ejemplo, utilizan la luz para enviar señales a sus posibles parejas durante la noche, pero las luces de las ciudades y los suburbios están interrumpiendo estas señales a un ritmo alarmante. Un estudio publicado en 2020 incluso sugiere que la contaminación lumínica, junto con la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas, podría poner en peligro la existencia de algunas de las 2000 especies de luciérnagas del mundo.

Las aves son especialmente vulnerables a la contaminación lumínica, ya que las luces brillantes de la ciudad pueden desorientarlas y provocar colisiones mortales con edificios que reflejan la luz del sol y la artificial de la noche. Pero incluso una luz tenue fuera de la ciudad puede tener un impacto negativo en su salud. Un estudio realizado en pinzones cebra encontró marcadores químicos de estrés en aves expuestas a luz tenue en un laboratorio después de sólo tres semanas, aunque aún no se comprende completamente el efecto a largo plazo. Según el físico Christopher Kyba, todas las criaturas, incluyendo las plantas, son afectadas por la contaminación lumínica, no sólo los insectos y las aves.
Apaga, atenúa o tapa tus luces.

Reducir la contaminación lumínica es fácil de hacer en comparación con la eliminación de la contaminación del aire o del agua. Una solución simple es apagar las luces, instalar sensores de movimiento que limiten el tiempo en que las luces están encendidas o utilizar atenuadores para reducir la luz que emite una sola bombilla. "Lo mejor es que muchas de estas soluciones ahorran dinero a todos", dice Alaasam, agregando que si las luces se apagan con más frecuencia, se ahorra electricidad y se reducen las emisiones de carbono.

Aunque las bombillas LED de bajo consumo son más económicas y duraderas que las incandescentes, han causado problemas para la fauna debido a la luz azulada de onda corta que emiten, atrayendo a más insectos y aves, y alterando el ritmo circadiano de los mamíferos. Sin embargo, se pueden minimizar estos efectos utilizando bombillas con filtros amarillos.
Alaasam señala que el tipo de luz que se utiliza es muy importante, y que en el caso de las aves, se pueden reducir los efectos si se utiliza una luz más cálida y amarillenta. Las cubiertas de farolas y luces exteriores pueden concentrar la luz hacia abajo para evitar que se filtre hacia arriba y hacia afuera. Además, cerrar las persianas y cortinas puede ayudar a evitar la incidencia de la luz artificial en el ambiente. Un estudio realizado en Chicago sobre las colisiones de aves durante dos décadas descubrió que reducir a la mitad la luz que se filtraba por las ventanas podría disminuir las colisiones de aves en un 60%.

Cada año, la contaminación lumínica aumenta hasta un 10%, según un estudio. Aunque reducir la iluminación en los hogares puede ayudar a la fauna local, el mayor impacto se puede lograr cuando las comunidades trabajan juntas para tomar decisiones sobre la iluminación. “Para lograr un verdadero progreso, es necesario involucrar a millones de personas en estas decisiones”, afirma Kyba.
Algunas comunidades están mostrando cómo es posible llevar a cabo cambios sociales para reducir la contaminación lumínica. Nueva Zelanda está trabajando para cumplir las normas sobre contaminación lumínica, mientras que el pequeño país insular de Niue en el Pacífico se convirtió en el primer Santuario Internacional del Cielo Oscuro certificado en 2020. Francia ha impuesto una nueva ley en 2019 que establece límites estrictos sobre cómo y cuándo se debe iluminar por la noche, mientras que en los Estados Unidos, el programa Lights Out de la National Audubon Society anima a las ciudades a reducir las luces nocturnas durante los periodos de paso de las aves migratorias. 

Según un estudio de 2017, atenuar las luces brillantes de la ciudad durante tan solo 30 minutos puede evitar colisiones mortales de aves. Si abogar por cambios políticos parece una tarea desalentadora, Kyba sugiere empezar poco a poco. Si una luz te molesta o crees que es un problema, vale la pena quejarse, ya que a menudo hay soluciones sencillas y de bajo costo para abordar el problema.

Fuente: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2023/04/contaminacion-luminica-apagar-luz-ayuda-insectos-animales


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