miércoles, 21 de junio de 2023

El “corredor de los tornados” en Estados Unidos comienza a ensancharse

Share


En una extensa región que se extiende desde las montañas Apalaches hasta las Montañas Rocallosas canadienses, se encuentra el famoso "corredor de los tornados". Esta área geográfica es especialmente propensa a la formación de tornados, un fenómeno meteorológico violento y destructivo.

Durante las estaciones de primavera y verano, cuando el aire cálido del ecuador se encuentra con el aire frío del norte, los residentes de las Grandes Llanuras en el centro de Estados Unidos enfrentan la temporada de tornados. Estos eventos repentinos y poderosos pueden alcanzar velocidades de viento de hasta 480 kilómetros por hora, causando estragos en su paso. Pueblos enteros pueden ser arrasados, vehículos lanzados por los aires y los escombros se convierten en proyectiles peligrosos.


Recientemente, la ciudad de Perryton, Texas, ubicada en el corazón de esta zona de peligro, fue golpeada directamente por un tornado el jueves 15 de junio por la noche. Este evento causó heridas a 75 personas y cobró la vida de 3 individuos.

Las investigaciones científicas más recientes sugieren que incidentes similares se volverán más frecuentes en Estados Unidos. Esto plantea preocupaciones sobre la creciente amenaza de tornados y la necesidad de una preparación adecuada por parte de las comunidades afectadas.


Aunque los estados centrales actualmente experimentan una mayor cantidad de tornados en comparación con otras áreas, se prevé que en el futuro el sureste del país también se convierta en una región de alto riesgo. De hecho, el conocido "corredor de los tornados" está expandiéndose.


El término "corredor de los tornados" no es un concepto científico, sino una expresión acuñada por dos meteorólogos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la década de 1950 para describir el clima severo en Texas y Oklahoma. Los límites precisos de esta zona son variables, y algunos mapas sugieren que se extiende desde las Dakotas hasta Illinois e Indiana.


No obstante, generalmente se refiere a las Grandes Llanuras y abarca estados como Texas, Oklahoma, Nebraska y Kansas. No es coincidencia que la famosa historia infantil "El mago de Oz", en la que un tornado arrastra la casa de Dorothy, esté ambientada en Kansas.


Estados Unidos registra alrededor de 1.200 tornados al año, con un promedio de 71 muertes y daños que alcanzan cientos o incluso miles de millones de dólares. La mayoría de estos tornados ocurren en el corredor de los tornados, aunque no todos.

A finales de marzo y principios de abril, una serie de tornados azotó el centro y sureste del país, obligando a los residentes a refugiarse detrás de colchones, en armarios e incluso en bañeras (una pareja se resguardó en su bañera mientras el tornado los elevaba del suelo).


El corredor de los tornados está experimentando un fenómeno inesperado: su expansión. El año pasado, científicos de la City University de Nueva York revelaron este desarrollo sorprendente. Durante las décadas de 1950 a 1980, estos fenómenos meteorológicos generalmente se limitaban a los límites geográficos aceptados tradicionalmente.


Sin embargo, en las últimas tres décadas, se ha producido un cambio radical en el país, según descubrieron los investigadores. Los tornados ocurren con mayor frecuencia a cientos de kilómetros de distancia, particularmente en el sureste y en una región conocida como el corredor Dixie, en el sur de Estados Unidos, que tiene un historial de tornados extremadamente violentos.


De acuerdo con otro artículo, se cree que los tornados pueden estar ocurriendo con menos frecuencia en las Grandes Llanuras. Al mismo tiempo, los brotes importantes de tornados se han vuelto más comunes en Alabama, Tennessee y Kentucky.

No está claro cuál es la razón detrás de esta transición hacia el sureste. Los investigadores de la City University de Nueva York sugieren que podría ser una combinación de condiciones locales, como temperaturas cálidas y el impacto de los huracanes, que han sido tentativamente vinculados a los tornados en el pasado.

Esto plantea la pregunta de si el cambio climático también podría ser parcialmente responsable de este fenómeno.


La formación de tornados es un fenómeno complejo y aún no se comprende completamente. La mayoría de los tornados se originan en supercélulas, grandes nubes grises que se asemejan a naves extraterrestres suspendidas en el paisaje. Estas supercélulas suelen ser tormentas alimentadas por corrientes de aire cálido y húmedo desde el suelo.


En ocasiones, las columnas de aire dentro de estas tormentas comienzan a girar y forman un vórtice invisible de aire en sentido horizontal. Por alguna razón desconocida, estos vórtices pueden volverse "inclinados", lo que resulta en los tornados, los vórtices verticales destructivos que conocemos.


Se cree que los tornados prosperan en condiciones de calor, por lo que se ha planteado la posibilidad de que el cambio climático esté aumentando su frecuencia en algunas áreas, posiblemente incluso en el sureste de Estados Unidos. Sin embargo, este vínculo entre los tornados y el cambio climático es complejo y aún no se ha establecido con certeza. La evidencia de un aumento general en la frecuencia de los tornados también es limitada.


Es interesante notar que el "corredor de los tornados" parece estar en movimiento, pero las razones detrás de este fenómeno y hacia dónde se dirigirá aún no se han determinado. La ciencia continúa investigando y estudiando estos fenómenos meteorológicos extremos para comprender mejor su formación y comportamiento.


Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/ck7dd1d1j89o


0 comentarios:

Publicar un comentario