La grasa derivada de cerdos, vacas y pollos muertos se está empleando en la fabricación de combustible para aviones con el objetivo de reducir la huella de carbono. Esta tendencia ha sido liderada por las aerolíneas, y se espera que la demanda de combustibles elaborados a partir de subproductos animales se triplique para el año 2030.
Sin embargo, un estudio realizado por la organización Transport & Environment, con sede en Bruselas, advierte que esta práctica podría tener consecuencias negativas para el medio ambiente. A medida que la demanda de grasa animal aumenta, existe el riesgo de que otras industrias recurran al aceite de palma como alternativa, lo que genera emisiones significativas de carbono.
Las aerolíneas se encuentran bajo presión para reducir sus emisiones de carbono, principalmente causadas por la quema de queroseno de origen fósil en los motores de los aviones. Sin embargo, el estudio plantea la preocupación de que no se sacrifiquen suficientes animales para satisfacer la creciente demanda de la industria de la aviación.
Matt Finch, representante de Transport & Environment, menciona que no existe un suministro inagotable de grasa animal y advierte que si se genera una demanda masiva adicional, como la que proviene de la aviación, las industrias que actualmente utilizan grasa animal deberán buscar alternativas, siendo el aceite de palma una de ellas. Esto implica que la aviación indirectamente contribuirá al aumento en la producción de aceite de palma.
La producción de aceite de palma está asociada con el aumento de las emisiones de carbono, ya que implica la deforestación de bosques antiguos, que almacenan grandes cantidades de carbono, para dar paso a nuevas plantaciones de palma aceitera. Por lo tanto, existe la preocupación de que el aumento en el uso de grasa animal como combustible pueda resultar contraproducente para el medio ambiente.
El uso de grasas animales para producir combustible puede resultar sorprendente para muchos, pero históricamente el sebo y la manteca de cerdo se han utilizado en la fabricación de velas, jabones y cosméticos. En los últimos 20 años, el uso de biodiésel elaborado a partir de desechos animales o aceites de cocina usados ha experimentado un crecimiento constante, especialmente en países como el Reino Unido. Según investigaciones, en Europa, el combustible derivado de animales muertos ha aumentado 40 veces desde 2006.
Gran parte de las grasas animales se emplean en la producción de biodiésel para automóviles y camiones, considerado un combustible sostenible debido a su menor huella de carbono. Los gobiernos europeos están interesados en ampliar el uso de estos residuos para lograr una aviación más ecológica. Para cumplir con este objetivo, se están estableciendo compromisos desafiantes para las aerolíneas. Por ejemplo, para 2030, los aviones británicos deberán tener un 10% de combustible sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) en sus tanques, mientras que se exigirá un 6% a las aerolíneas de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, se teme que estos planes ejerzan presión sobre el mercado actual de desechos animales. Transport & Environment señala que un vuelo de París a Nueva York requeriría la grasa de aproximadamente 8,800 cerdos muertos si todo el combustible proviniera de fuentes animales. Es probable que el Reino Unido restrinja el uso de productos animales y aceites de cocina usados, lo que implicará que los aviones que se abastezcan en las islas británicas tengan una cantidad reducida de material derivado de animales en sus motores.
En la UE, el objetivo de combustible de aviación sostenible para las aerolíneas es solo del 6%, de los cuales el 1.2% debe provenir del e-queroseno. Suponiendo que el 4.8% restante provenga exclusivamente de grasas animales, se necesitarían alrededor de 400 cerdos por vuelo transatlántico.
Entre las industrias que podrían verse afectadas y tener que buscar otras fuentes de grasas si la aviación consume una mayor proporción de las derivadas de animales se encuentran los fabricantes de alimentos para mascotas. Actualmente, los subproductos animales ayudan a alimentar a los 38 millones de mascotas en el Reino Unido.
Nicole Paley, directora ejecutiva adjunta de UK Pet Food, la asociación británica de fabricantes de alimentos para mascotas, afirmó que los ingredientes derivados de grasas animales son extremadamente valiosos y difíciles de reemplazar, y actualmente se les da un uso sostenible. Desviar estos ingredientes hacia biocombustibles crea otro problema, ya que se entraría en competencia directa con la industria de la aviación. Dado que la industria de alimentos para mascotas enfrentaría dificultades financieras para competir con la industria de la aviación, esto plantea preocupaciones.
El gobierno británico está considerando prohibir o limitar la cantidad de grasas animales y aceite de cocina usado que puede destinarse al sector de la aviación, con el fin de evitar consecuencias no deseadas. Sin embargo, muchos en la industria de los biocombustibles temen que estos cambios también puedan llevar a desviar las grasas animales de un modo de transporte a otro.
Dickon Posnett, representante de Argent Energy, un productor de biodiésel a base de desechos en el Reino Unido y la UE, señaló que si se crea un gran incentivo para utilizar estos lípidos, grasas animales y aceites de cocina usados en la aviación, inevitablemente se restarán de otros usos. Afirmó que si desean aumentar la sostenibilidad de la aviación a expensas de la sostenibilidad de los camiones, esa es una decisión que debe tomar el gobierno.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-65767589
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