El presidente dominicano, Luis Abinader, anunció la decisión de cerrar las fronteras con su país vecino y menos de 24 horas después, la medida ya estaba en vigor. Esta acción implica el despliegue de fuerzas policiales y militares, incluyendo vehículos blindados y helicópteros.
La tensión entre los dos países ha aumentado recientemente, en gran parte debido a la crisis de gobernabilidad en Haití provocada por grupos criminales que las autoridades de Puerto Príncipe no han logrado controlar. Como resultado, decenas de miles de haitianos han cruzado la frontera hacia la República Dominicana, pero muchos de ellos han sido deportados por el gobierno de Abinader.
En febrero de 2022, el presidente Abinader había comenzado la construcción de una "verja perimetral inteligente" en áreas pobladas y sensibles de la frontera. En ese momento, afirmó que la República Dominicana no podía hacerse cargo de la crisis política y económica de Haití ni resolver sus problemas.
Sin embargo, el cierre de las fronteras, que es de duración indefinida, no se relaciona tanto con la migración de haitianos hacia la República Dominicana, sino con una disputa relacionada con un recurso compartido y esencial para ambos países: el agua del río Masacre.
¿Qué está sucediendo con respecto al río Masacre?
El río Masacre, también conocido como Dajabón, ha sido durante mucho tiempo un marcador de la frontera entre República Dominicana y Haití, con una longitud de 55 kilómetros.
Hace varios años, en el lado haitiano del río se comenzó a construir un canal de riego para combatir la sequía en las tierras agrícolas de Maribaroux. Según la ONG Crisis Group, estas obras se detuvieron tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
Sin embargo, ante la falta de acción por parte de las autoridades haitianas, grupos agrícolas haitianos retomaron la construcción de forma privada, lo que ha llevado a la controversia.
El gobierno de Abinader argumenta que esta obra desviará el agua del río y amenaza la seguridad y soberanía de la República Dominicana. Además, sostiene que la construcción del canal viola el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, así como otros acuerdos fronterizos suscritos por ambos países.
Representantes de ambas naciones estuvieron en conversaciones para encontrar una solución al conflicto. Sin embargo, el jueves, el presidente Abinader anunció el cierre de las fronteras y su retirada de la mesa de diálogo hasta que Haití detenga los trabajos en el canal.
El gobierno haitiano, en respuesta, afirmó su disposición al diálogo y destacó que las conversaciones iban por buen camino hasta que Abinader tomó una "acción unilateral". Haití rechazó la afirmación de que carece de la autoridad para llevar a cabo la obra y enfatizó su derecho soberano a explotar sus recursos naturales, especialmente en relación con la irrigación de las tierras agrícolas de Maribaroux.
A pesar del conflicto, hasta el viernes no se observaban señales de que las obras se detuvieran. Jean Brévil Weston, líder del grupo de agricultores que trabaja en el canal, declaró en una entrevista de radio haitiana que no tienen la intención de detenerse y afirmó: "Es el canal o la muerte. Estamos listos para ser enterrados junto al canal".
Previamente, República Dominicana había suspendido la emisión de visas para los haitianos y cerrado la frontera cerca de la localidad fronteriza de Dajabón, donde muchos comerciantes haitianos realizan transacciones comerciales varias veces a la semana.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/czv751y0vz4o
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