Las mariposas monarcas occidentales han experimentado una disminución alarmante de más del 99 por ciento desde la década de 1980, mientras que las orientales han sufrido una reducción de aproximadamente el 80 por ciento. A pesar de su fama mundial por la migración masiva que las lleva a California y México cada invierno, las mariposas monarca (Danaus plexippus) se encuentran en una situación crítica. La travesía espectacular de la monarca norteamericana, que abarca unos impresionantes 5000 kilómetros, exige que estos insectos emprendan su viaje antes de la llegada del frío, que sería fatal si se retrasaran.
A pesar de ser una de las mariposas más distintivas y estudiadas del planeta, con sus alas naranjas decoradas con líneas negras y puntos blancos, la monarca, nativa de América del Norte y del Sur, enfrenta desafíos significativos. Las poblaciones de monarcas occidentales, que pasan el invierno en el sur de California, alcanzaron un mínimo histórico en 2020, situándolas al borde de la extinción. Aunque las cifras las ubicaron en menos de 2000 individuos en California, el gobierno decidió no catalogarlas como una especie en peligro de extinción, a pesar de una disminución significativa desde la década de 1980, cuando se documentaban millones de individuos en vuelo.
Aunque la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) indicó en 2021 que la mariposa monarca no está en peligro, expresó su preocupación por la migración occidental, cuyas cifras alcanzaron mínimos históricos. En 2022, la UICN declaró a la subespecie norteamericana en peligro de extinción, pero revocó esta declaración en septiembre de 2023, reclasificándola como vulnerable, un nivel inferior en la escala de riesgos.
El alarmante declive de las poblaciones en las últimas dos décadas se atribuye principalmente a la desaparición de las asclepias (Asclepias syriaca), su planta de alimentación, debido al uso de herbicidas y la pérdida de hábitat. La asclepia, conocida como "algodoncillo", es esencial para las mariposas monarca, ya que es el único lugar donde ponen sus huevos y la única fuente de alimento para las orugas.
En cuanto al ciclo de vida, las mariposas monarca nacen de huevos que se convierten en larvas o orugas que se alimentan de algodoncillo. Las orugas, después de alimentarse durante dos semanas, se transforman en crisálidas y, finalmente, emergen como mariposas adultas, con un patrón distintivo en blanco, negro y naranja. Su color brillante sirve como advertencia a los depredadores de su toxicidad, derivada de su dieta, ya que el algodoncillo es tóxico y las mariposas han evolucionado para almacenar estas toxinas y volverse venenosas.
La gran migración de las monarcas orientales, que se produce solo en el este y abarca casi 5000 kilómetros, es un fenómeno anual hacia el sur durante el invierno. Refugiándose en los oyameles, esperan la llegada de la primavera para regresar al norte, deteniéndose a lo largo de la ruta para poner huevos. Este proceso se repite durante varias generaciones antes de que las monarcas regresen a Canadá.
Las amenazas a su supervivencia son numerosas, y las organizaciones conservacionistas han instado al gobierno de los EE. UU. a incluir a la mariposa monarca en la lista de especies en peligro de extinción. La desaparición del algodoncillo, consecuencia de la eliminación sistemática de campos y el uso de herbicidas, así como los efectos del cambio climático en los patrones biológicos y los eventos climáticos extremos, son preocupaciones significativas.
Para abordar estos problemas, se han implementado proyectos de conservación en toda América del Norte, instando a las personas a plantar algodoncillo en sus jardines. Se fomenta la participación ciudadana en la recopilación de datos, crucial para desarrollar políticas de conservación efectivas y proteger a la icónica mariposa monarca. A pesar de estos esfuerzos, la población oriental de mariposas monarca, que pasa el verano al este de las Montañas Rocosas, enfrenta amenazas adicionales en sus hábitats invernales y estivales, destacando la urgencia de medidas más amplias y sostenibles.
Fuente: https://www.nationalgeographic.es/animales/mariposa-monarca
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