El cambio climático ha intensificado su impacto con un aumento significativo de temperaturas, deshielo en el Ártico y devastadores incendios forestales en Canadá, marcando récords alarmantes para la biodiversidad.
Sin embargo, no todo ha sido negativo. A pesar de estos desafíos, se han observado señales esperanzadoras. La transición hacia energías renovables sigue avanzando, aunque a un ritmo que podría acelerarse. A pesar de la extinción de algunas especies, otras han resurgido después de décadas, y el aniversario de la Ley de Especies Amenazadas destaca el éxito en la recuperación de especies en riesgo.
El clima extremo ha dominado el panorama, con un 2023 encaminado a ser el año más cálido registrado. Las emisiones de carbono provenientes de combustibles fósiles también han alcanzado un nuevo máximo, exacerbando este calor extremo. Los incendios forestales en Canadá han emitido enormes cantidades de dióxido de carbono, y el derretimiento del Ártico y el Antártico continúa a un ritmo alarmante, afectando hábitats vitales para la fauna.
En contraste, las energías renovables han visto avances, con compromisos importantes para aumentar su capacidad. El número de vehículos eléctricos en circulación ha aumentado, aunque las ventas no cumplieron todas las expectativas. Además, se han retirado algunas especies de la lista de peligro de extinción en Estados Unidos, y se han redescubierto especies anteriormente consideradas extintas, ofreciendo destellos de esperanza en la conservación.
Fuente: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2023/12/noticias-medioambientales-2023-buenas-malas-esperanza-alarma
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