El proyecto, que se inició en 1981 como una prueba piloto y ha evolucionado a través de varias fases, ahora representa el 42% de la electricidad del país. A pesar de que Kenia se ha convertido en el octavo país con mayor producción de energía geotérmica en el mundo y el primero en África, los masái afectados sostienen que el desarrollo ha apagado su cultura. Alegan que fueron desplazados de sus hogares con compensaciones consideradas injustas, y critican la táctica colonial utilizada durante las negociaciones, señalando la división dentro de su propia comunidad.
Mientras Kenia aspira a lograr el 100% de energía renovable para 2030, con un 86% ya proveniente de fuentes renovables, el desarrollo geotérmico ha generado tensiones locales. Aunque los responsables de Olkaria argumentan que colaboran con las comunidades locales, algunos masái denuncian la falta de beneficios tangibles. Se quejan de condiciones de vida desfavorables en las nuevas viviendas, la pérdida de oportunidades turísticas y la falta de empleo calificado para la población local. A pesar de las oportunidades de empleo y las inversiones extranjeras, la comunidad masái sostiene que el desarrollo, financiado por instituciones como el Banco Mundial, debería haber establecido reglas para proteger a las personas afectadas.
Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2024-01-08/apagaron-nuestra-cultura-la-geotermia-orgullo-renovable-de-kenia-desplaza-a-una-comunidad-masai.html
0 comentarios:
Publicar un comentario