La historia reciente de OpenAI, la empresa detrás del innovador chatbot ChatGPT, ha estado marcada por los sorprendentes acontecimientos relacionados con Sam Altman, uno de los fundadores de la compañía y una figura prominente en la floreciente industria de la inteligencia artificial.
Altman fue inesperadamente despedido el 17 de noviembre, pero, tras amenazas de renuncias masivas en OpenAI, Microsoft, el principal inversor de la empresa, anunció la contratación de Altman para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada. Sin embargo, solo 48 horas después, OpenAI comunicó el acuerdo con Altman para su regreso como director ejecutivo. Pero, ¿quién es realmente este programador estadounidense de 38 años que ha generado tanto revuelo en el mundo tecnológico?
Altman creció en Missouri, mostrando un interés temprano por la informática y la tecnología. A los 8 años, aprendió a programar y desarmó una Macintosh de Apple.
Abandonó sus estudios de informática en la Universidad de Stanford para dedicarse al desarrollo de su primera idea, Loopt, una aplicación de ubicación compartida. A pesar de que Loopt no tuvo un gran impacto, permitió a Altman adentrarse en el mundo de las inversiones tecnológicas. Altman vendió su primer proyecto por más de US$40 millones, expandiendo así sus intereses y convirtiéndose en presidente de Y Combinator (YC) entre 2014 y 2019.
Durante su tiempo en YC, Altman cofundó OpenAI junto a Elon Musk, con el propósito de abordar el impacto potencialmente perjudicial de la inteligencia artificial. Su visión fatalista del futuro impulsó la estrategia de OpenAI para introducir gradualmente sistemas como ChatGPT en la sociedad. Aunque Altman ha reconocido las deficiencias de ChatGPT, ha enfatizado la importancia de un despliegue gradual para que la sociedad se adapte progresivamente a estas tecnologías. Altman también comparte la preocupación de Musk sobre el control de la inteligencia artificial para evitar su uso nocivo.
El reciente episodio en la carrera de Altman involucró su despido de OpenAI, seguido de su rápida contratación por Microsoft y su posterior regreso a OpenAI como director ejecutivo. A pesar de las incertidumbres que rodean estos eventos, Altman ha sido una figura influyente en la industria de la inteligencia artificial, participando en debates sobre los riesgos y beneficios de esta tecnología. Su capacidad para atraer inversiones y liderar proyectos clave, como ChatGPT, destaca su posición prominente en el panorama tecnológico actual.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/c2q2165nrkeo
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