Bajo la superficie de la península de Yucatán, en el sureste de México, se despliega una red submarina de túneles y cuevas inundadas que atraviesan la región. Estos laberintos profundos y oscuros actúan como ríos subterráneos, siendo la única fuente de agua potable para millones de personas. En agosto de 2019, un equipo de científicos y buceadores expertos se aventuraron en estos pasajes con una pregunta en mente: ¿qué formas de vida microscópica pueden existir en estas condiciones tan complejas?
Equipados con trajes especiales, herramientas especializadas y un ingenioso dispositivo compuesto por un tubo cargado de frascos de vidrio, el equipo, liderado por expertos de la Universidad Northwestern en Illinois, Estados Unidos, logró recolectar muestras de agua para su análisis en el laboratorio. Los resultados fueron asombrosos: la investigación reveló una amplia diversidad de microorganismos, permitiendo a los científicos trazar el mapa más completo hasta la fecha de las comunidades microbianas que habitan en estas aguas subterráneas.
La importancia de este acuífero es tal que cualquier alteración negativa en las comunidades microbianas podría tener un impacto significativo en los seres humanos, concluyeron los expertos en un artículo publicado en la revista Applied and Environmental Microbiology, encabezado por Magdalena R. Osburn, una experta en geobiología de Northwestern. La conservación de estas comunidades es esencial, ya que actúan como indicadores clave de la salud del ecosistema subterráneo.
Para Patricia Beddows, hidrogeóloga e investigadora en ciencias planetarias, coautora del estudio y líder de las expediciones de buceo en las cuevas, comprender la biogeografía microbiana del acuífero es crucial tanto para la ciencia como para la conservación. Estos estudios proporcionan una línea base que permite evaluar los impactos de cambios ambientales, como la construcción de grandes proyectos o el cambio climático, en estas comunidades.
Sin embargo, estos hallazgos se dan en un momento en que organizaciones ambientalistas como Sélvame del Tren y SOS Cenotes han estado denunciando en redes sociales los impactos negativos de la construcción del Tren Maya en el acuífero subterráneo de la Península de Yucatán. Documentaron cómo las cuevas subterráneas han sido atravesadas por grandes pilotes de acero y derrames de cemento, lo que podría afectar seriamente la calidad del agua subterránea y, por ende, los ecosistemas relacionados.
El Sistema Kárstico de Yucatán
La península de Yucatán es una plataforma calcárea que emergió del fondo del mar hace millones de años y se extiende en un área de aproximadamente 165,000 kilómetros cuadrados. Este proceso dio lugar al sistema kárstico, altamente permeable y caracterizado por la presencia de cuevas y cenotes. El agua que se infiltra en el subsuelo forma el extenso acuífero subterráneo de la península, uno de los más grandes y espectaculares del mundo.
El estudio de la Universidad Northwestern describe cómo este acuífero contiene áreas de agua dulce, agua de mar y mezclas de ambas, así como una variedad de zonas con diferentes características, desde pozos profundos y oscuros hasta cenotes someros. Esta diversidad alberga un microbioma único, pero poco estudiado, que despierta un gran interés científico.
Los investigadores recolectaron 78 muestras de agua de 12 sitios dentro del sistema de cuevas, cerca de la costa caribeña de Quintana Roo, incluyendo un pozo de 60 metros de profundidad. La recolección de muestras en estos espacios complejos requirió innovaciones técnicas, como la creación de un dispositivo para transportar y utilizar las botellas de vidrio de manera segura bajo el agua. Al salir de las cuevas, los científicos establecieron un laboratorio provisional donde realizaron la primera filtración del agua y luego continuaron el análisis en los laboratorios de Northwestern.
Los resultados revelaron un sistema microbiano diverso y complejo, organizado en patrones distintos que reflejan las condiciones únicas de cada cueva. Específicamente, una familia de bacterias, Comamonadaceae, se destacó por su presencia en casi dos tercios de las muestras, sugiriendo su papel crucial en la comunidad microbiana subterránea.
Riesgos para el Acuífero
Amigos de Sian Ka’an, una organización que colaboró en el estudio, considera que esta investigación es fundamental para comprender y conservar el acuífero en el futuro. Gonzalo Merediz-Alonso, biólogo y director de la organización, señala que las amenazas por contaminación en torno a las aguas subterráneas de Yucatán son diversas y acumulativas, y podrían tener impactos desconocidos en la red trófica subterránea.
La construcción del Tren Maya y la proliferación de mega granjas porcícolas son solo algunas de las actividades humanas que ponen en riesgo la calidad del agua subterránea y, por ende, la salud de los ecosistemas relacionados. Merediz-Alonso enfatiza la importancia de tomar medidas responsables para evitar impactos negativos irreversibles en estos ecosistemas únicos.
En conclusión, esta investigación representa un paso crucial hacia la comprensión y conservación del acuífero de la Península de Yucatán, subrayando la necesidad de proteger estos ecosistemas subterráneos y su invaluable biodiversidad microbiana.
Fuente: https://es.mongabay.com/2024/03/cientificos-exploran-tuneles-subacuaticos-peninsula-de-yucatan/
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