martes, 9 de abril de 2024

La amenaza de los barriles con desechos tóxicos y radiactivos bajo el mar frente a California

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El riesgo asociado a los miles de barriles conteniendo desechos tóxicos y radiactivos que han permanecido sumergidos bajo el mar frente a las costas de California es una preocupación constante. En 2011, durante una exploración del litoral de Los Ángeles utilizando un robot submarino y sónar, el científico David Valentine identificó una serie de puntos en el fondo marino que resultaron ser barriles oxidados. Esta revelación desencadenó una serie de investigaciones que, a lo largo de los siguientes 13 años, han arrojado luz sobre un pasado en el que el océano se utilizaba como vertedero para desechos industriales, renovando así la preocupación pública sobre este tema. Las investigaciones más recientes, lideradas por el equipo de Valentine de la UCSB y publicadas en febrero, indican que los barriles podrían contener compuestos radiactivos de baja intensidad, con estimaciones que sugieren la presencia de miles, e incluso hasta medio millón, de estos recipientes.


Antes de que los científicos comenzaran a investigar las aguas profundas del sur de California, era ampliamente conocido que desde principios de la década de 1930 y durante décadas, se vertían diversos tipos de sustancias en la zona con la creencia de que el vasto océano podría diluir y hacer desaparecer los contaminantes. Esta práctica continuó hasta la entrada en vigor de la Ley de Protección e Investigación de Santuarios Marinos en 1972, que puso fin a los vertidos oceánicos a gran escala. Sin embargo, uno de los principales contaminantes que preocupa a la comunidad científica y a las autoridades es el DDT, un pesticida cuyo uso fue prohibido en 1972 debido a su acumulación en la cadena alimentaria. Su presencia se ha encontrado en altas concentraciones en el lecho marino, especialmente en la cuenca de San Pedro.


El DDT, sintetizado por primera vez en 1874, fue ampliamente utilizado durante la Segunda Guerra Mundial y se consideraba una herramienta valiosa en la lucha contra enfermedades como la malaria. Sin embargo, su persistencia en el medio ambiente y sus efectos adversos a largo plazo se hicieron evidentes con el tiempo, llevando a su prohibición en 1972. A pesar de esta prohibición, el DDT continúa presente en el medio ambiente marino, planteando riesgos para la vida marina y la salud humana.


Las investigaciones en curso sobre la presencia de DDT en el mar y sus posibles impactos en la salud y el ecosistema subrayan la necesidad de comprender la magnitud del problema y buscar soluciones a largo plazo. Un enfoque coordinado a nivel nacional, que abarque no solo las costas de California sino también otros vertederos submarinos en todo el país, es fundamental para abordar esta problemática. La asignación de fondos por parte del Congreso para continuar la investigación y buscar soluciones es un paso en la dirección correcta, pero se necesita un compromiso continuo para garantizar la protección de nuestras comunidades costeras y del medio ambiente marino en general.


Fuente: https://www.milenio.com/negocios/cuantos-mexicanos-estan-dispuestos-a-comprar-productos-sustentables


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