El gobierno mexicano, en 2019, aplicó el "principio precautorio" para detener las importaciones de glifosato, considerando que representa un riesgo para el medio ambiente y la salud. Sin embargo, esta medida fue de corta duración. Posteriormente, se emitieron decretos para lograr una "sustitución total" del glifosato para el 31 de marzo de 2024. Sin embargo, esta medida se pospuso debido a la argumentación de que no existen sustitutos viables para el herbicida.
Dentro del propio gobierno, hay opiniones divergentes sobre la viabilidad de los sustitutos. Mientras algunos funcionarios aseguran que sí existen alternativas viables, otros señalan lo contrario. Mientras tanto, la agroecología espera una inversión que permita su crecimiento.
Hilario Paz, un productor de hortalizas en Oaxaca, ha dejado de utilizar agroquímicos desde hace casi 30 años. Para él y su esposa, esta decisión no solo ha sido beneficiosa para la producción agrícola, sino que también ha mejorado su salud, después de que una enfermedad atribuida a los químicos los llevó a abandonar su uso en los años noventa. Actualmente, no solo mantienen una producción productiva, sino que también imparten talleres sobre producción libre de agroquímicos, conocida como agroecología.
La discusión sobre el glifosato ha sido un tema político desde la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador en 2018. A pesar de los decretos emitidos para su prohibición, el gobierno no ha logrado eliminar su uso en los campos mexicanos.
La polarización sobre el glifosato se refleja en la división dentro del gobierno federal y en la confrontación entre activistas y defensores de su uso. Mientras tanto, algunas empresas y asociaciones agrícolas argumentan que el glifosato es necesario para mantener la producción agrícola.
A nivel mundial, las experiencias de prohibición del glifosato han sido limitadas e intermitentes, impulsadas por preocupaciones sobre la salud humana y el medio ambiente.
Se han propuesto sustitutos al glifosato, incluyendo bioherbicidas, pero la viabilidad y disponibilidad de estos productos aún está en discusión. Es necesario no solo encontrar alternativas eficientes y seguras, sino también garantizar su uso efectivo por parte de los agricultores.
En resumen, la discusión sobre el glifosato en México refleja la complejidad de encontrar soluciones viables y seguras para la agricultura, al tiempo que se equilibran preocupaciones ambientales, de salud y económicas.
Fuente: https://es.mongabay.com/2024/04/glifosato-mexico-gobierno-pospuso-su-prohibicion/
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