Six Flags México generó controversia al anunciar la construcción de una nueva atracción que requería talar 151 árboles, lo que llevó a la intervención de la Secretaría del Medio Ambiente y la alcaldía de Tlalpan. Tras un proceso de consulta vecinal y bajo presión de las autoridades y la comunidad, la empresa decidió no derribar los árboles y reubicará la atracción.
Recientemente, Six Flags México había anunciado su intención de construir una nueva montaña rusa "Roller Coaster Tipo A", que requería la tala de 151 árboles, el trasplante de 6 y la poda parcial de 14 más.
Para contrarrestar el impacto, Six Flags México colaboraría con el Gobierno de la Ciudad de México para implementar un Programa de Saneamiento Forestal en el Bosque de Tlalpan, con el objetivo de mejorar las condiciones ambientales de esta área protegida. Entre las medidas propuestas están:
- Creación de 1,892.44 m² de nuevas áreas verdes.
- Utilización de residuos forestales para mejorar áreas de valor ambiental.
- Programa de reforestación conforme a la normativa.
- Colaboración en el programa de saneamiento forestal.
El 8 de julio, Six Flags México inició un Proceso de Consulta Vecinal para Grandes Construcciones, de acuerdo con la Ley Ambiental de Protección a la Tierra del Distrito Federal. Sin embargo, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) informó el 10 de julio que no se había autorizado ningún proyecto. Aunque el proyecto no se consideraba una gran construcción, la magnitud de la tala de árboles llevó a la decisión de realizar una consulta vecinal.
La alcaldía de Tlalpan, bajo la dirección de Alfa González, manifestó el 14 de julio su oposición a la tala de árboles, alegando que la empresa no había consultado con la alcaldía y que la consulta era parcial. El 15 de julio, Sedema reiteró que no autorizaría la tala y sugirió reubicar la atracción en una zona diferente del parque, como el estacionamiento.
Un día después, Six Flags México anunció que "no se derribará un solo árbol" para la nueva atracción. La empresa aseguró haber encontrado una solución que cumple con las demandas de las autoridades y los vecinos, reafirmando su compromiso con el medio ambiente y reubicando la montaña rusa en otra área del parque. La alcaldesa de Tlalpan celebró la decisión pero advirtió que el tema aún no está cerrado, instando a monitorear que la nueva propuesta no afecte el congestionado tránsito de la zona.
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