martes, 10 de septiembre de 2024

El coche eléctrico: una solución para la salud en las grandes ciudades y sus habitantes

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En un contexto donde los precios del petróleo están en mínimos anuales y las ventas de coches eléctricos en Europa están en declive, es fácil perder de vista el impacto positivo que la transición energética puede tener. Aunque las noticias actuales puedan parecer desalentadoras, la realidad es que la transición hacia energías limpias es inevitable y crucial.

En el ámbito urbano, los vehículos privados y el transporte son los principales responsables de la contaminación del aire en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Murcia, Bilbao, Zaragoza y Málaga, según el último informe de calidad del aire de la Agencia Europea de Medio Ambiente (Aema). Este informe se basa en la concentración de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y el ozono troposférico (O3). Aunque la calidad del aire varía según la temporada y las medidas locales, se estima que la contaminación se reduciría drásticamente si los vehículos funcionaran con energías limpias.


Los efectos de la contaminación en la salud son alarmantes. El informe 'Estado del Aire en el Mundo' de la organización estadounidense Health Effects Institute, publicado recientemente, revela que la contaminación del aire es la segunda causa de muerte a nivel mundial, después de la hipertensión y la desnutrición en menores de cinco años. En 2021, la contaminación causó la muerte de 8,1 millones de personas, incluidos 700.000 niños menores de cinco años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que para 2050, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades, lo que hace estos datos aún más preocupantes.


En España, la situación no es menos grave. En 2019, el Ministerio de Sanidad reportó 3.000 muertes debido a la contaminación. Sin embargo, un informe reciente de Ecologistas en Acción elevó esa cifra a 21.000 en 2021, 13 veces más que las muertes por accidentes de tráfico, según la Aema. Las autoridades han implementado zonas de bajas emisiones en grandes ciudades para reducir la contaminación, permitiendo el acceso solo a vehículos limpios.


A pesar de estos esfuerzos, los límites de concentración de contaminantes establecidos en 2010 están obsoletos, según Ecologistas en Acción. En 2023, el 12% de los turismos matriculados en España eran modelos electrificados, un aumento del 2% respecto al año anterior. Sin embargo, España aún está por debajo de la media europea del 20%. Los vehículos 100% eléctricos crecieron un 46,2% en 2023, con 76.347 unidades vendidas, y los híbridos enchufables aumentaron un 30,4%.


El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) de la UE establece que España debe tener 5,5 millones de vehículos eléctricos para 2030, frente a los más de 500.000 actuales. La necesidad de adoptar el coche eléctrico es evidente al considerar los datos de tráfico en Madrid, donde el transporte público representa solo el 24% de los desplazamientos y el tráfico privado el 49%. El Ayuntamiento de Madrid registra hasta 12 millones de viajes diarios, con un alto volumen de entradas y salidas durante las horas punta.


En resumen, con una creciente concentración de población en grandes urbes y las preocupaciones por la movilidad y la mortalidad por contaminación, la adopción del coche eléctrico se presenta como una solución esencial. Aunque la responsabilidad es compartida, las instituciones deben liderar el cambio. Es hora de actuar.


Fuente: https://www.larazon.es/sociedad/coche-electrico-receta-salud-grandes-ciudades-sus-habitantes_2024090966de8fd6b3741e0001dc1414.html

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