Tras solo un par de horas caminando, El Hierro revela un paisaje de ensueño: bosques de laureles antiguos, senderos flanqueados por helechos y el imponente anfiteatro natural de El Golfo, donde acantilados se elevan sobre costas azotadas por olas turquesas. Esta isla, la más occidental y joven del archipiélago canario, emergió del océano Atlántico hace aproximadamente 1,2 millones de años, creando un entorno salvaje de valles fértiles, bosques exuberantes y volcanes.
Lo realmente distintivo de El Hierro es su enfoque hacia el turismo. En un año marcado por protestas contra el turismo masivo en otras islas y regiones de España, El Hierro decidió optar por un camino diferente. Con una población de alrededor de 11.000 habitantes, la isla no ha sucumbido a la construcción de complejos turísticos. Además, la falta de vuelos directos desde otras partes de España limita el número de visitantes, recibiendo solo 20,300 en 2023, en comparación con los 6.5 millones de Tenerife.
Las autoridades de la isla buscan aumentar gradualmente el número de turistas, manteniendo un equilibrio con el desarrollo sostenible. Desde 1997, han implementado un plan a largo plazo que incluye la creación de museos y centros culturales, promoviendo la cultura local y garantizando que las actividades tengan un bajo impacto ambiental.
El Hierro cuenta con múltiples microclimas y cerca de 100 especies endémicas, como el lagarto gigante de El Hierro, en peligro de extinción. En 2000, la Unesco declaró la isla y sus aguas circundantes como reserva de la biosfera, y en 2014 como geoparque. Sus playas, como Timijiraque y Verodal, son hermosas, pero la isla se orienta más hacia el turismo de aventura que hacia el balneario.
Un ejemplo de su compromiso con la sostenibilidad es la innovadora central hidroeléctrica Gorona del Viento, que combina energía eólica y hidráulica. Desde su inauguración en 2014, ha logrado generar toda la electricidad de la isla durante periodos prolongados. El objetivo de la isla es alcanzar cero emisiones de carbono netas, con un plan que busca reducir las emisiones en un 50% para 2030 y alcanzar cero para 2050.
La población de El Hierro se muestra dispuesta a seguir compartiendo su estilo de vida tranquilo con los visitantes, priorizando siempre la calidad de vida de sus habitantes y la conservación de sus recursos naturales. La historia de la isla y su resiliencia ante el turismo masivo demuestran que es posible encontrar un equilibrio entre la conservación ambiental y el desarrollo turístico.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/crm2zr010j7o
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