lunes, 25 de noviembre de 2024

El calentamiento global y la deficiente gestión urbana están incrementando las inundaciones repentinas en el Mediterráneo

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Un informe presentado en la COP29 en Bakú alerta sobre el creciente impacto del cambio climático en los países de esta región. “El cambio climático mata”, afirmó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en la cumbre del clima de la ONU en Bakú, refiriéndose a las inundaciones ocurridas en Valencia el 29 de octubre, uno de los peores desastres climáticos en la historia de España. Este evento, que ha captado la atención mundial por las impactantes imágenes difundidas, no es un caso aislado. Un informe presentado este lunes en la COP29 revela que “la frecuencia de inundaciones repentinas” en la región mediterránea ha aumentado debido a “la expansión urbana” en zonas de riesgo y al cambio climático.

El informe, elaborado por MedECC, una red de científicos medioambientales del Mediterráneo, y la Unión por el Mediterráneo, aborda los efectos actuales y futuros de la crisis climática en la costa de esta región. En el capítulo dedicado a las inundaciones repentinas, advierte que estos eventos serán más frecuentes e intensos debido al cambio climático y la urbanización creciente. Poco después de la presentación del informe, Greenpeace también llamó la atención sobre los desastres vinculados al cambio climático en la COP29, mostrando objetos personales de 10 catástrofes naturales, incluyendo las inundaciones de Valencia.

La evidencia científica muestra un incremento en la frecuencia de lluvias superiores a los 40 mm diarios, que pueden desencadenar inundaciones repentinas. Sin embargo, el informe subraya que “la mala gestión del suelo urbano” también es un factor clave. El riesgo crece en zonas urbanas densamente pobladas, propensas a inundaciones, además de por las condiciones climáticas locales y la geografía. Según el estudio, si no se implementan medidas de adaptación, las inundaciones repentinas serán más comunes debido al aumento de lluvias intensas y la expansión urbana en áreas vulnerables. Se menciona en particular a España, Turquía, Grecia, Italia y Francia.

El informe de 240 páginas también aborda otros peligros, como la subida del nivel del mar, que amenaza sectores económicos vitales como el turismo, y el calentamiento del agua, que favorece la expansión de especies invasoras. Un tercio de la población mediterránea vive cerca del mar, y se espera que la población en estas zonas aumente más rápido que en el interior, incrementando su vulnerabilidad al cambio climático. Hasta 20 millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus hogares a finales de siglo por el aumento del nivel del mar, un riesgo “tres veces mayor en los países del sur y este que en los del norte”.

El nivel del mar en el Mediterráneo, que ya está afectando a la infraestructura, aumenta a un ritmo de 2,8 mm al año, el doble que en el siglo XX. Esta subida, que continuará a lo largo del siglo, junto con tormentas más intensas, provocará una “erosión costera” generalizada. Se espera que la línea costera retroceda entre 17,5 y 23 metros para 2050, y entre 40 y 65 metros para 2100, dependiendo de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Este es uno de los objetivos centrales de las cumbres climáticas de la ONU, como la COP29 en Bakú, que buscan mantener el calentamiento dentro de límites menos catastróficos.

La pérdida de costa tendrá graves consecuencias para la economía mediterránea, especialmente en el turismo. El estudio del MedECC advierte que las playas se erosionarán progresivamente, reduciendo las áreas dedicadas al turismo de sol y playa. La subida del nivel del mar también aumenta el riesgo de inundaciones costeras, con eventos extremos que se espera que ocurran con un 10% más de frecuencia en 2050 y un 22% en 2100, en un escenario de emisiones medias. Los autores del informe indican que las medidas de adaptación podrían mitigar estos efectos.

Piero Lionello, profesor de Oceanografía en la Universidad de Salento y coordinador del estudio, destacó durante la presentación que hay muchas medidas posibles para adaptarse, como construir barreras o restaurar sistemas de dunas. Sin embargo, lamentó que no se estén aplicando de manera generalizada y destacó la importancia de anticiparse a estos cambios.

El calentamiento del Mediterráneo también es un problema creciente. En los últimos 20 años, la frecuencia y duración de las olas de calor marinas han aumentado en un 40% y 15%, respectivamente, lo que afecta gravemente la biodiversidad. Este fenómeno ha provocado “muertes masivas” de corales, esponjas, moluscos y otros organismos marinos. Se espera que estos episodios aumenten en el futuro, advierte el informe.

El aumento de la temperatura del agua también facilita la expansión de especies invasoras que ingresan al Mediterráneo, como el pez león, que llegan a través del Canal de Suez desde el Mar Rojo. Estas especies, introducidas por la actividad humana, representan una amenaza significativa para la fauna local, aumentando la presión sobre los ecosistemas mediterráneos ya afectados por el cambio climático.

Fuente: https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2024-11-18/el-calentamiento-y-la-mala-gestion-urbana-aumentan-las-inundaciones-repentinas-en-el-mediterraneo.html

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