miércoles, 11 de diciembre de 2024

Cómo el silencio se ha convertido en el nuevo lujo deseado

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 Desde caminatas tranquilas hasta diseños arquitectónicos que amortiguan el ruido, el mundo busca combatir el ruido moderno, decibelio por decibelio.

El ruido de la vida actual está en su punto máximo, con el tráfico, los sopladores de hojas y los videos en teléfonos dominando el ambiente sonoro. Esta cacofonía ha llevado a muchas personas a buscar algo cada vez más escaso: el silencio.

"No estamos hechos para esta cantidad de ruido y estimulación", dice Olga Lehmann, psicóloga noruega experta en silencio. La exposición constante a sonidos superiores a 85 decibelios, como el ruido de un restaurante concurrido, puede causar pérdida auditiva, hipertensión, estrés e insomnio.

Algunos viajan en busca de silencio, pero también es crucial encontrarlo en casa. "Breves momentos de silencio diario pueden reducir el estrés y mejorar nuestro autocontrol", señala Lehmann. Su enfoque no es eliminar el ruido, sino equilibrarlo con el caos cotidiano. Este objetivo es alcanzable gracias a un movimiento creciente que introduce el silencio en nuestras vidas.

Una contracultura de silencio

La búsqueda del silencio ha generado tendencias como viajar sin distracciones, un fenómeno viral en TikTok que defiende moverse sin música ni llamadas. Aunque criticada por generaciones mayores, la actividad refleja la necesidad de los jóvenes de desconectar del ruido.

Otros optan por retiros sensoriales extremos, como meditaciones en silencio o experiencias de oscuridad total, populares tras el caso del jugador de la NFL Aaron Rodgers en Sky Caves Retreat, Oregón. Aunque estas prácticas pueden ser intensas, Lehmann sugiere alternativas simples, como meditar, practicar yoga en silencio o pasar 10 minutos sin tecnología en un parque.

No obstante, el silencio no debe implicar aislamiento. "Vivimos una pandemia de soledad", advierte Lehmann, subrayando la importancia de socializar en silencio.

Silencio en comunidad

Grupos como Peace in the Wild, que organiza caminatas en silencio en Georgia, y el Silent Book Club, con más de 1,000 capítulos en 50 países, integran la quietud en actividades comunitarias. "Lo llamamos la hora feliz introvertida", dice Guinevere de la Mare, cofundadora del club. Estas iniciativas surgieron como una forma de reconectar tras la pandemia, ofreciendo interacción social sin presión.

Algunos lugares también fomentan la tranquilidad. En Japón, cafeterías como Shojo promueven ambientes sin charlas, donde los clientes se comunican con señas o notas. Fuera de Japón, plataformas como Soundprint ayudan a encontrar espacios tranquilos, clasificando más de 1,000 lugares según sus niveles de ruido.

Repensando el ruido urbano

La mitad de la población mundial vive en ciudades, donde el ruido supera los 85 decibelios de forma crónica, según la OMS. Este problema, impulsado por el tráfico, ha motivado el uso de vehículos eléctricos más silenciosos y tecnologías para reducir el ruido en carreteras.

Aunque los cambios gubernamentales son lentos, hay progresos. Nueva York implementó cámaras para medir ruido y varias ciudades estadounidenses han limitado el uso de sopladores de hojas ruidosos. También, la vegetación urbana ayuda: hileras de árboles pueden disminuir el ruido en 12 decibelios, y fachadas verdes, como en Düsseldorf, Alemania, absorben sonido y calor.

Además, dispositivos como el Apple Watch, que mide el ruido ambiental, están creando conciencia sobre los paisajes sonoros. Leyes recientes, como la de Gales para proteger el sonido junto con el aire limpio, son señales alentadoras. "Estas políticas indican que la sociedad está empezando a valorar la tranquilidad", concluye Aletta.

Fuente: https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2024/11/silencio-nuevo-objeto-lujo

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