miércoles, 11 de diciembre de 2024

Preocupación por el Control de Fauna en el Tren Maya: Impacto en la Biodiversidad de la Región

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El contrato otorgado a la empresa privada Susoma Soluciones Ambientales S. de R.L. de C.V. ha generado preocupaciones respecto al derecho de "control de fauna".

La interpretación flexible del contrato permite que especies como el jaguar, el tapir y el venado sean clasificadas como "peligrosas" para las operaciones del Tren Maya. No es correcto considerar la fauna como dañina en su propio hábitat, y este enfoque adoptado por el Tren Maya va en contra de los principios fundamentales para la protección de la biodiversidad. 
Una vez más, se pone de manifiesto la falta de una planificación ambiental adecuada tanto en la construcción como en la operación del proyecto, además de la desatención a las advertencias hechas por expertos sobre la fragmentación de los ecosistemas, lo que incrementa el riesgo para especies como el jaguar, que ya se encuentra en peligro de extinción.

Recientemente, medios de comunicación han revelado detalles del contrato TM-CGRMSG-SVS-0200/204, otorgado por Tren Maya S.A. de C.V. a la empresa Susoma Soluciones Ambientales S. de R.L. de C.V. Este contrato se divide en siete partidas, correspondientes a diferentes tramos desde Palenque, Chiapas, hasta Escárcega, Campeche.

Lo que ha generado una gran preocupación es el derecho de "control de fauna" y la interpretación abierta que permite clasificar animales nativos como el jaguar, el tapir y el venado como "peligrosos" para las operaciones del Tren Maya. En particular, un apartado menciona la posibilidad de sacrificios bajo la norma NOM-033-SAG/ZOO-2014.

La empresa encargada del contrato recibirá más de 9 millones de pesos para llevar a cabo "estrategias de ahuyentamiento", utilizando feromonas, ruidos y pirotecnia, con el fin de evitar que la fauna interfiera con las operaciones ferroviarias. Además, se contempla un "trampeo sistémico" para capturar mamíferos y aves, mediante trampas tipo Tomahawk, redes de caída y dardos tranquilizantes. Este desplazamiento forzado afecta a las especies en los corredores y polígonos que han sido su hábitat.

Carlos Samayoa, activista de Greenpeace México por la Selva Maya, expresó: "Nos unimos a las voces de la ciudadanía que piden a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales revisar esta situación para asegurar el cumplimiento de las normas ambientales y exhortamos al gobierno mexicano a reconsiderar sus prácticas para implementar mecanismos eficaces de protección de la biodiversidad en la Península de Yucatán".

Las políticas públicas deben centrarse en conservar los hábitats y garantizar corredores biológicos para las especies afectadas y en peligro, lo cual podría ser el comienzo de un verdadero esfuerzo por proteger el entorno y las especies que lo habitan.

Fuente: https://www.greenpeace.org/mexico/noticia/54903/quien-es-en-realidad-nocivo-la-fauna-o-el-tren/

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