miércoles, 22 de enero de 2025

"Diplomacia panda" en Estados Unidos

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Bao Li y Qing Bao estarán pronto en el Zoológico Nacional Smithsonian de Washington, marcando una posible nueva etapa en la diplomacia de pandas entre EE. UU. y China.

Son tiernos, juguetones y están en peligro de extinción. ¿Quién no ama a los pandas gigantes? “Su encanto radica en sus rasgos exagerados, como un rostro grande en un cuerpo pequeño”, explica Marc Brody, fundador de Panda Mountain, una organización que protege su hábitat en la Reserva Natural de Wulang, China.

Estos carismáticos animales han vuelto a ser noticia en Estados Unidos tras confirmarse que una nueva pareja será exhibida en Washington en enero de 2025. Desde los años 70, China regula estrictamente el “alquiler” de pandas a zoológicos internacionales por un millón de dólares anuales. Aunque antes vivían en cinco zoológicos estadounidenses, hoy solo están en Washington y San Diego. En España, el Zoo Aquarium de Madrid ha albergado pandas desde 1978.

En 2023, Tian Tian, Mei Xiang y su cría Xiao Qi Ji fueron devueltos a China, reflejando tensiones diplomáticas. Sin embargo, la llegada de Bao Li y Qing Bao, ambos de tres años, sugiere una mejora en las relaciones. Lo mismo ocurre con Yun Chuan y Xin Bao, que llegarán al zoológico de San Diego en agosto de 2024.

La diplomacia del panda comenzó en la dinastía Tang (618-907 d.C.), pero en EE. UU. surgió en 1972, cuando Richard Nixon visitó Pekín tras dos décadas de distanciamiento. Como gesto de buena voluntad, Zhou Enlai regaló a Ling-Ling y Hsing-Hsing al Zoológico Nacional.

Hoy, más de 50 años después, los pandas siguen simbolizando cooperación internacional y son un gran atractivo para los zoológicos que los acogen.

Con la llegada de Bao Li y Qing Bao, revisemos la historia de los pandas en Estados Unidos y el futuro de esta especie según la ciencia.

Avances en conservación

Los pandas, a diferencia de otros osos, son mayormente herbívoros y consumen varias docenas de las más de 1000 especies de bambú existentes. En los años 70, una floración masiva en Sichuan eliminó muchas especies de bambú, causando hambruna en la mitad de los pandas del mundo. “Los pandas son tímidos y evitan a los humanos, pero entonces comenzaron a aparecer en pueblos buscando comida, lo cual fue alarmante”, relata Brody, también explorador de National Geographic.

La tragedia impulsó a China a invertir en cría en cautiverio e inseminación artificial. Actualmente, hay 600 pandas en cautiverio, y los programas incluyen ejemplares nacidos en libertad para aumentar la diversidad genética. Paralelamente, China ha protegido gran parte del hábitat montañoso del panda, amenazado por el desarrollo y el cambio climático. Desde 2012, el área protegida casi se ha duplicado.

En 2021, los pandas gigantes fueron retirados de la lista de especies en peligro de extinción, marcando un hito en la conservación.

Retos de la repoblación

A pesar de estos avances, las poblaciones silvestres siguen fragmentadas. De los 33 grupos de pandas salvajes, 15 están en peligro de desaparecer. Sólo el 67% vive en reservas protegidas.

Los esfuerzos para reintroducir pandas en libertad han enfrentado obstáculos. “Es un proceso arriesgado, y muchos animales reintroducidos no sobreviven”, señala Stuart Pimm, experto en ecología de la Universidad de Duke. La territorialidad del panda complica la integración; antes, soltar pandas criados en cautiverio cerca de poblaciones silvestres provocaba conflictos fatales.

Una estrategia reciente libera pequeños grupos en áreas con menos pandas salvajes, lo que podría facilitar su adaptación. Además, el nuevo Parque Nacional del Panda Gigante en Sichuan, de 26,000 kilómetros cuadrados, conectará hábitats fragmentados, mejorando la conservación.

Panda-monio en camino

Mientras China y organizaciones conservacionistas trabajan en la protección de la especie, el público tendrá más oportunidades de ver pandas en persona. En EE. UU., eventos especiales permitirán a los visitantes conocer a Bao Li y Qing Bao antes de su exhibición oficial, mientras el zoológico organiza actividades para celebrar su llegada.

“Ver pandas nunca pierde su magia”, afirma Brody. “Son la encarnación del bien”.

 

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