jueves, 6 de marzo de 2025

El impacto ambiental de la Dana en la costa de Valencia: más allá de las playas cubiertas de residuos

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Cientos de voluntarios se movilizaron para limpiar las playas valencianas tras el paso de la Dana, con el objetivo de prepararlas para la próxima temporada de anidación de diversas especies.

A inicios de diciembre de 2024, numerosos voluntarios y conservacionistas —destacando una gran participación juvenil— asumieron el reto de restaurar las playas de Valencia. La Dana que azotó la Comunidad Valenciana el 29 de octubre dejó más de 200 fallecidos, pero también provocó una grave crisis ambiental en la costa y la Albufera de Valencia, una de las áreas húmedas más importantes y protegidas de España.

“Los daños al ecosistema serán evidentes con el tiempo, ahora es imposible medirlos”, comentó Juan Eymar, presidente y cofundador de la ONG Xaloc, encargada de proteger a la tortuga marina y limpiar las playas. La Conselleria de Medio Ambiente de Valencia seleccionó a Xaloc y otras organizaciones locales para coordinar el retiro de residuos junto a voluntarios. La meta era despejar las playas para marzo, cuando especies como la tortuga mediterránea y el chorlitejo patinegro —un ave que anida en el suelo— llegan a reproducirse. “Aunque queda trabajo, el avance hasta febrero ha sido significativo”, declararon desde Xaloc.

Según Eymar, aún quedan residuos encapsulados que podrían descomponerse y liberar sustancias tóxicas. “La limpieza está lejos de terminar. Me preocupa que, con el tiempo, aparezcan elementos peligrosos y aumente la toxicidad en la Albufera”, añadió. Por ahora, los análisis más recientes de la Conselleria, basados en 60 muestras de lodo tomadas en diciembre, reflejan niveles de toxicidad bajos en el parque natural.

El desbordamiento arrastró toneladas de escombros, barro y desechos hasta la Albufera, que luego fueron expulsados al mar y devueltos a las playas. Más de 70 kilómetros de costa, desde Pinedo (Valencia) hasta Dénia (Alicante), quedaron cubiertos de residuos. “La Albufera es un paraíso que debemos proteger. Sin las manos humanas, esta limpieza no será posible”, expresó Monse Paniagua, voluntaria de 23 años, mientras participaba en las actividades de Xaloc en las playas de El Saler.

Una tarea multidisciplinaria: plantar, recoger y restaurar

Un domingo de diciembre, más de 100 personas —familias, estudiantes, jóvenes y mayores— llegaron temprano a El Saler con botas, guantes y bolsas recicladas para recoger basura y replantar vegetación.

Palmira y su esposo trajeron a su hija Sofía para enseñarle la importancia del respeto por la naturaleza. Noelia y Alicia, de 13 y 15 años, se unieron por primera vez acompañadas de familiares, entusiasmadas por repetir la experiencia.

También colaboraron miembros de la Asociación Valenciana de Detectoaficionados, usando detectores de metal y scoops para extraer residuos ocultos. Rubén Tarín, secretario de la asociación, señaló que “las playas están más contaminadas tras la Dana”, encontrando incluso botellas de gas butano. José Pardo, otro voluntario, descubrió una pieza metálica de más de un metro sin identificar. Recordó cómo su hija y su yerno perdieron su vehículo durante la riada: “Es duro perder bienes materiales, pero nada se compara con perder vidas humanas”, dijo. Muchos de los 200 miembros de la asociación también sufrieron daños graves en sus hogares.

Estas jornadas también fomentaron nuevos lazos entre los jóvenes. Marta, Geneva, Erika, María y Monse, que llegaron solas a El Saler, decidieron crear un grupo de WhatsApp para informarse sobre futuras actividades de voluntariado y acudir juntas. “Mi familia me dice que descanse después de trabajar toda la semana, pero sé que aún hay mucho por hacer”, comentó Geneva, de 26 años.

“El primer día ayudando tras la Dana no podía dejar de llorar, pero la gente necesitaba que me mantuviera fuerte”, recordó Carla Eymar, coordinadora de los 2.000 voluntarios de Xaloc, mientras replantaba la arena. Abogada medioambiental e hija del presidente de la ONG, Carla destacó el compromiso de los jóvenes: “Rompieron estereotipos, fueron los primeros en actuar”. Explicó que caminaron hasta 20 km diarios por zonas afectadas durante la riada y ahora concentran sus esfuerzos en las playas.

El desafío ecológico tras la Dana

Desde que comenzaron las tareas de limpieza, Xaloc ha recolectado más de cuatro toneladas de residuos. Los voluntarios han retirado cadáveres de galápagos, serpientes y peces arrastrados desde piscifactorías.

Carla advierte sobre las consecuencias si no se eliminan las cañas de las playas: “Si las tortugas llegan a anidar en marzo y encuentran obstáculos, podrían darse la vuelta y morir por falta de alimento. Lo mismo sucedería con el chorlitejo patinegro, que no podría poner sus huevos”.

Por otro lado, Enrique Ferrer, secretario de la Cofradía de Pescadores de Gandía, denunció que las aguas han quedado extremadamente sucias tras la Dana: “Hemos sacado troncos enormes, incluso uno de 20 metros. Eso pone en riesgo las embarcaciones y rompe las redes”, lamentó. Añadió que la pesca de especies como doradas, lubinas y lenguados ha disminuido drásticamente, esperando volver pronto a la normalidad.


Fuente: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2025/02/recuperacion-playas-valencia-dana-tortugas-aves

 

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